sábado, febrero 14, 2004

Público y privado

Hay muchos topicazos sobre la escuela pública y la privada. Como la mayoría de los topicazos son falsos o medias verdades. Hoy mismo hablando con una alumna que le explicaba a un alumno chino las diferencias entre ambos tipos de educación he tenido que intervenir para deshacer algunos entuertos.
(¿Dije chino? Debería haber dicho alumno de incorporación tardía, que es lo políticamente correcto: un día prometo dedicar una entrada solamente a los eufemismos en educación, que son la tira y la mar de divertidos).

A lo que íbamos: El primer topicazo es que la escuela pública es mala y la privada buena. No hacen falta demasiados argumentos para los lectores que me siguen que son inteligentes. Como es lógico de todo habrá por la viña del Señor. Pero si tenemos en cuenta que la escuela privada tiene como función primordial hacer dinero, tampoco es difícil imaginar que hay empresarios poco escrupulosos que recogen beneficios rápidamente en un tema tan delicado y a largo plazo como es la educación. Una vez, en mis años tiernos (ya lo explicaré un día), trabajé con uno de esos empresarios. Las escuelas privadas buenas tienden a hacerse una buena reputación con los años, como los institutos. La calidad de la escuela pública es entre media y buena porque tiene unos mínimos que cumplen todas. Los profesores estamos seleccionados mediante un proceso que puede ser más o menos discutido pero que es igual para todos y al que puede acceder todo el mundo, y eso da un mínimo de calidad homologable. Lo que hace variar la calidad de la enseñanza en un instituto son el barrio donde está situado, la coyuntura política (en Catalunya hemos tenido una época nefasta para la enseñanza pública), la política de marketing (lo explicaré, pero se trata básicamente de cómo compiten los institutos entre sí) y otros factores.

Otro topicazo, éste más fácil de demostrar porque es cuantificable, es que los profesores en la privada cobran más. El convenio de la privada suele estar entre un 85% y un 90% de lo que se cobra en la pública, y además los profesores de la privada dan más clases semanales que los de la pública (25 frente a 18). Además a un profesor de la privada que no haga este horario al completo, se le paga en proporción, lo cual empobrece todavía más su sueldo. Son la mayoría, porque es difícil cuadrar horarios escolares en los que todo el mundo haga el mismo numero de horas. Ese es el motivo por el que muchos profesores se pasan a la escuela pública. Hay escuelas privadas que pagan por encima del convenio, pero son las mínimas: más bien una excepción. Desde luego las que no pagan ni un céntimo por encima del convenio son las subvencionadas. Si se echan números, se entenderá que la administración potencie por métodos directos e indirectos la escuela privada subvencionada: por el precio de dos profesores en la pública tiene a tres en la privada, y sin problemas laborales ni lazos contractuales.

El próximo día explicaré cómo son de diferentes los institutos donde he trabajado, para desmontar el mito de que todos los institutos son iguales.