Bloody Monday
Hoy ha sido un día un poco atípico pero lunes, de esos malos que voy a tener durante todo el curso. ¡Es que estoy a horario completísimo! Cualquiera lo soporta.He empezado tarde hoy (ya dije que era atípico el día) porque fui al dermatólogo a curarme un horrible grano que afeaba mi cara. He vuelto a trabajar con un parche gigantesco en la mejilla y todo han sido comentarios: (Ya comenté lo apropiado que son los institutos como caldo de cultivo de rumores)
-Te has peleado por una chica Mestre?
(Como puede ser que todavía hoy haya gente que hace estas cosas.. ¿o me estaban tomando el pelo?)
- ¡Yo lo sé!¡Te has hecho el láser! Mi madre también se lo hizo y estuvo varios días en el hospital.
A la madre de Pitita Fuentes, Pitón Carroñero, la conozco, y la verdad no me imaginaba que se depilaba de un modo tan salvaje. ¿O eran las patas de gallo?
-¿Tienes un flemón?
-Collons, Mestre! Si a mí me operaran por cada grano que me sale me pasaría el día ingresada.
La pobre Clea Rasil es una adolescente a un acné pegado. Y muy ordinariota.
He llegado a la conclusión de que el grano de mi cara sólo era visible para mí.
Después, he tenido mi primera enganchada del curso con Bego Martín, en circunstancias extraacadémicas. Me ha tocado hacer una guardia en la Biblioteca y cuándo la he llamado al orden porque hablaba muy alto, me ha asegurado que como en ese momento no estábamos en clase, no tenía yo ninguna autoridad para castigarla. Entonces se me ha ocurrido un castigo ejemplar de mi libro de torturas (no podía consentir que me contestara así) y he cogido su mochila y apuntes y los he colocado en el pasillo.
-¿Lo ves, como dentro o fuera de clase, me tienes que obedecer?
Ha sonado el timbre y la he dejado recogiendo trastos, tirada por el suelo del pasillo.
¿Pensaréis que soy muy malo? ¿Tenéis alguna sugerencia sobre lo que podía haber hecho?
Os recuerdo que los castigos físicos y las humillaciones psicológicas no se llevan.
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