miércoles, diciembre 15, 2004

Rincones

Todos los institutos tienen sus rincones, prohibidos desde el punto de vista de los profesores, pero mágicos desde el punto de vista de los alumnos, escenarios de besos furtivos, primeras adicciones y confidencias que no se olvidan.

En mi instituto por ejemplo hay una puerta que comunica los dos patios (el de arriba y el de abajo) debajo de la cual hoy he podido observar que se comerciaba con cigarrillos. He hecho la vista gorda porque me esperaban para comer, pero curiosamente los cigarrillos iban en dirección opuesta a la que se podía esperar: del lugar donde están los más jóvenes hacia el patio de los mayores.

A la vuelta de comer, he pasado por el mismo rincón y allí estaban Lolita Gómez y Alfred Perri dándose arrechuchos. Alfred Perri es nuevo de este año pero su llegada ha sido triunfal. Es bastante guapo, hay que decirlo todo. Se han separado al verme llegar:
-Yo te abro la puerta, Mestre. Por ti, cualquier cosa.
Estamos en época de evaluaciones y la he aprobado con un 4,8, pese a mi proverbial inflexibilidad con las décimas. De ahí la amabilidad.

Otro rincón es el rellano de una escalera que se añadió al edificio después de hacerse (supongo que por exigencias de bomberos) y los lavabos. En mi instituto, donde como he explicado varias veces estudian los hijos de cierta progresía catalana, los lavabos de alumnos son mixtos y algunos profesores hemos visto entrar y salir combinaciones muy variopintas de alumnado. Pero lo que se controla es el tabaco, claro.