Escolarización obligatoria
-Uy, nena, ¿te pasa algo? Te veo muy desmejorá.-Pues yo a tí también.. te veo fatal. Además este chico me ha dicho que de desmejorada nada, que me ve estupenda.
El conserje neng guiñó el ojo a la jefa de estudios mientras pasaba por ahí. Para nada le había dicho eso.
La jefa de estudios hablaba con la madre de Mairenita Gómez Cortés, una niña a la que se había trasladado de centro (no se podía utilizar la palabra expulsión, era un anatema) por absentista y camorrera. Pero como el angelito tenía sólo 14 años, el ayuntamiento le había buscado otro centro. Un centro que estaba a unas ocho calles de distancia del polígamo, lo cual en casa de Mairenita sentó muy mal, ya que le separaba de sus primos y era visto como una discriminación.
- Ya te dije yo que el ayuntamiento me iba a dar la razón. La niña me se desmaya por las mañanas si anda mucho, y no podemos llevarla tan lejos.
-Pues a ver si es verdad, y aprovecha, que el año pasado tuvo un 65% de faltas de asistencia, y sí venía a veces a media mañana era porque llamábamos desde el instituto.
La jefa de estudios se había preparado el momento: El informe de asistencia informatizado de Mairenita, bajo la mesa hasta ese momento, apareció ante las narices de su madre.
-Eso qué é lo que é?
La mamá de Mairenita tenía por costumbre no amilanarse ante un documento oficial, o que pareciera oficial.
-El documento que lo prueba. Confeccionado a partir de los registros de los profesores.
-Mira paya, eso é tu palabra contra la mía!
2 Comments:
¡Has vuelto! Yo también, pero a las aulas. Veo que sigues en el universo neng. Me alegro de leerte.
Y yo, y yo.
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