martes, abril 27, 2004

Gamberradas de clase por la tarde

Hay que decirlo alto y claro: las clases por la tarde habría que prohibirlas o reconvertirlas. En muchas comunidades autónomas ya no existen (que yo sepa Aragón y Andalucía por lo menos), pero aquí en Catalunya todavía las damos. Ahora con el buen tiempo la cosa empeora.

Otra cosa que empeora com la llegada del buen tiempo o con el final del curso que es lo mismo es (lo confieso) mis ganas de gamberrear yo, de divertirme yo. En parte por cansancio, en parte por simbiosis con los alumnos y en parte por la legítima defensa de la que he hablado alguna vez. Os cuento mi gamberrada de hoy: tenía una clase a las 16:30, con unos niños adorables pero fieras, muy artistas ellos. Unos tocan, otros redactan muy bien, otras ensayan coreografías vistas en el capítulo de ayer de Un Paso Adelante. Leyeron una versión adaptada de The Phantom of the Opera el trimestre pasado, y les he traido la música.

Hemos empezado con el clásico ejercicio de poner las palabras que faltan (que yo he quitado), pero les gustaba tanto la canción que nos hemos puesto a cantar todos.

He's there, the Phantom of the Opera...
Beware, the Phantom of the Opera...

En ese momento ha venido una profesora que buscaba a otros alumnos y se ha quedado alucinando. Después les he dicho (MENTIRAAAAAA!que diría Palomino) , que haríamos un casting, y que a final del curso haríamos una función del Fantasma. Han salido voluntarios de debajo de las piedras. He tenido que ponerme. De tanto canto, emociones y aplausos ha venido otro profe, esta vez era el de guardía y le he dicho que estábamos haciendo un casting, que se fuera a no ser que quisiera participar en el mismo. Como es amiguete y también le va lo artístico, se ha ofrecido a hacer los decorados....

¿Acabará esto en algo?
Tendríamos que convencer al de música, que se quedó en los conciertos de Bach, para que nos haga los arreglos.
Soy una criatura.