martes, mayo 11, 2004

Una tarde de martes más

Quizá algunos estéis pensando: Hoy ha sido martes por la tarde, y Mestre habrá tenido una de sus clases desmadradas con sus adorables monstruitos, que nos contará. Este blog se parece cada vez más un programa de la tele, habéis acertado.

Todos los profesores (y maestros, que también los hay en segundo de ESO, que es la clase de la que se trata) estamos monotemáticos esta semana. Preparar a los niños para las pruebas de competencias básicas sin que se enteren ellos.

¿Cómo lo he hecho yo? Más o menos, repasando los contenidos de los ejercicios en cuanto a vocabulario y estructura se refiere, pero cambiando la destreza para disimular. Así, lo que en el examen de mañana es un listening ellos lo han hecho sin darse cuenta como un speaking, el writing se lo he dado como un reading, y el reading, (que en el examen original es una entrevista con Harrison Ford) lo han hecho en parejas, inventándose una entrevista con el famoso que ellos querían, poniendo en práctica sus habilidade de writing y speaking ( y también acting, que es lo que se les da mejor en estas clases por la tarde: hacer el payaso y actuar un poquito).

Esto es lo que hemos hecho esta tarde. Unas niñas han entrevistado a Josh Harnett, dos niños de los salidos a Rocco Sifredi y hasta ha habido una entrevista surrealista con Chewbacca de la guerra de las galaxias. Estos casi lo aciertan...

El problema que surge a veces con estos dialogos-actuaciones (role-play) es que la mayoría de los niños sólo se escuchan a sí mismos y no escuchan a los otros (habilidad de listening). Risas y cachondeos aparte. Hacia el final de la clase he tenido que simular un enfado, y no podía utilizar la técnica de los tres palitos por lo avanzado de la hora.

Tengo un castigo en mente que no os lo podéis imaginar. Me lo reservo porque es tan terrible que conviene que me lo guarde para cuando sea necesario, y pronto llegará el momento.

Ya véis que voy alargando las broncas. La cara de maldad creo que me salió bastante bien también. Evidentemente, no sabía que castigo iba a ponerles en ese momento

Julito, el niño repelente de la clase y con un humor que él cree adulto pero que es sólo de dos libros más allá que el resto de sus compañeros, no se lo creyó.

Pero, ese castigo, ¿es legal?

Yo me lo miro, sin cambiar la cara, y le contesto:

Roza la legalidad.

Julito calla y acabo la clase. Salvado por la campana.