martes, diciembre 21, 2004

El principio de una amistad

Os prometí que os explicaría lo que ha hecho Dolça Cum Baià este finde, y ahí va.

Los padres de la niña son de la corriente antiautoritaria en una familia autogestionada, de esas en que cada uno hace lo que le da la gana sin casi rendir cuentas.
De manera que hubo aplec en Eramprunyà. Ese fin de semana los mayores del pueblo cercano suben a cantarle a la virgen de la ermita vecina, y los jóvenes suben la noche anterior, en acampada mística-nacional, para tenerlo todo preparado de buena mañana.

Tradicionalmente se moja el churro, o como dicen ellos se suca el melindro.

Dolceta ha perdido un amor platónico este fin de semana, pero ha ganado un amigo: Biel Carmanyola. Es también del instituto, aunque no sea alumno mío. A Biel sus padres le compraron una planta de Marihuana el día que cumplió los quince años, y se ha quedado un poquito atontado desde entonces. Llamó la atención a principio de curso porque se había rapado al cero, o casi. Nos temíamos que se había convertido en skinhead o algo así, pero la verdad era mucho más prosaica: alguna vez se había quemado las greñas haciéndose los porros, y de este modo fuera problemas.

Txell se presentó a la reunión con Ció, otra monitora. El rollo bollo se podía cortar, no disimulaban para nada su historia y Dolça se hundió en la desesperación al ver perder todas sus opciones con Txell. Cuando estaba dentro de su saco de dormir llorando como una magdalena, escondida como para que se la tragara el mundo, alguien agitó los cascabeles de su mochila.

-No te preocupes, tía, a mí me pasa lo mismo que a ti. Te entiendo a tope tía.
Era Biel, que la había echado de menos en la bendición de mesa con panderetas que se hacía tradicionalmente en ese castillo.
¿Tu también eres lesbiana?
Dolça estaba muy confundida, la pobre, y no veía más allá de su pena.
-No, vacaburra. Yo también soy gay.
Desde ese día Biel y Dolça son amiguísimos de la muerte y hay hasta quien dice que se han liado. Se les ve juntos a todas horas, y es que estos días se están confesando sus vidas.