Aprendices de brujas
En esta entrada intentaré atender una petición que me hizo Betty un día, en la que me preguntaba de qué manera eran malas las niñas y que tipo de trastadas hacen.
Un personaje recurrente en todos los cursos, años e institutos es la niña mala que se destapa a medio curso. No desarrolla esta virtud hacia el profesor sino más bien con sus compañeros, especialmente los del sexo opuesto que enseguida la detectan e intentan hacerle la vida imposible. Pero como ella es peor, se las arregla para que se la carguen ellos.
Dentro de esta tipología de alumna, mi versión favorita son esas niñas cuyos padres las visten como una peregrina de La Casa de la Pradera, por el contraste entre modo de vestir y modo de actuar. Si dice tacos o insulta a sus colegas, el cuadro ya es insuperable.
Esta semana se me ha revelado una niña de primero de la ESO, Mariví Perina. Es menudita, rubia como todas las malas de película y su educación respecto a mí es intachable. Pero sucedió que un compañero suyo se durmió durante la proyección de una película que les estaba pasando en AR. Les paso la película en inglés para que practiquen y se acostumbren a las versiones originales. Cuando desperté suavemente al nen (se podía entender lo de la siesta, por la hora), se excusó rápidamente:
-No estaba dormido, Mestre. Había cerrado los ojos para relajarme pero estaba escuchando atentamente.
Como dicen en las películas, “no es lo que parece y puedo explicartelo”. Mariví me lo hizo notar enseguida:
-¡Ja! ¡Cómo que entiendes lo que están diciendo sin leer los subtítulos!
Con amigas así no hacen falta enemigas.
Otra rubia peligrosa asiste a esa clase. Es la hermana de Miguelillo, el del otro día, y se llama Clara. Siempre está cuchicheando con la vecina y pretende que le dispense un trato de favor porque en su familia son grandes clientes o algo así. La verdad es que tienen un apellido muy común y yo no me había dado cuenta de que eran hermanos, me lo tuvo que decir ella, de esta manera:
-¿No sabías que soy hermana de Miguelillo? Pues ya lo sabes, ¿eh? Me puedes decir todo lo que hace mal en clase que yo se lo diré a nuestros padres. Lo tengo cogido por los co**ons.
Miguelillo es el mayor. Sobran los comentarios.
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