domingo, febrero 27, 2005

Inglés para pornógrafos

No están en ningun libro de texto. Ni en ninguna programación de curso. La reforma no habla de ellas, ni siquiera mediante los eufemismos que de vez en cuando os enseño:

Objetivo pedagógico núm 58: Adquirir las habilidades lingüísticas necesarias para producir y recibir lenguaje soez de nivel no especializado.

Pero mi público lo quiere: ¡Enséñanos palabras guarras, Mestre! En una relación como la que tenemos los mestres con nuestros alumnos, tan clientelar a veces, ¿debería ceder?

Conocí a un profesor que lo hacía: dedicaba ese día último de las clases, cuando ya se han puesto las notas y todo está ya atado y bien atado, a traducir todas las barbaridades que los alumnos le preguntaban. Las frases lascivas se complicaban tanto a veces que tenía que recordarles sintaxis y todo. Si alguien se quejaba, el decía que no había introducido vocabulario nuevo, sólo había traducido palabras que los niños ya sabían.

Me gusta, un par de veces al año, cargarme con diccionarios y subirlos a clase. Lo hago para que aprendan a usar el diccionario, ya que sino lo hacen me construyen unas frases horribles porque me han confundido un verbo con un nombre o un adjetivo: Pues bien, en la primera de esas clases, inevitablemente se pierden 15 minutos o más en buscar tacos:

-¿Cuál es la diferencia entre whore y bitch?
-¿A quién se lo quieres decir, a tu madre o a tu hermana? Esto no lo digo, claro, pero merecen esa respuesta.

Otra fuente de “coñocimiento”, en estos días, es Internet. No hay nada más ridículo que un “disclaimer” tipo: no entres sino tienes 18 años. Para un adolescente esto es una invitación en toda regla.

-Mestre, que quiere decir suck my dick? Ésta me la vienen a preguntar de tres en tres, para repartir la bronca si me enfado, o compartir las risas que puede provocar mi respuesta.

¡Cómo me gusta que véais películas en versión original! Seguid practicando y un día no me tendréis que preguntar más.

Esta respuesta si que la he dado. Se quedan alucinados de que no me enfade (eso querrían ellos) y descolocados mientras piensan si lo que les he dicho tiene algún significado oculto.