miércoles, abril 20, 2005

Arma letal 1

Image hosted by Photobucket.com
Los mestres estamos acostumbrados (como se ha visto ya por aquí) a la diversidad humana, y las enfermedades forman parte de esa diversidad. Las enfermedades se comentan al nivel estrictamente necesario. No se comenta con nadie si un niño es seropositivo: lo sabe el tutor y nadie más pero sí se comenta si alguién es diabético y tiene que salir a pincharse, o si alguien tiene ataques de epilepsia, para estar preparados... Creo que es algo que se aprende en la escuela y no está en los libros, el aprender a convivir con todos los problemas (en este caso enfermedades) que hay en la vida.

Hoy me han recibido en la clase de primero mis aprendices de brujas riendo hasta no poder más (la hermana de Miguelillo y otras) con una noticia. Leocadia González, allí presente, había sido diagnosticada con asma. Parece ser (me lo han explicado tres a la vez y riendo, no tengo tanta capacida de síntesis) que el asma es debido a que la niña tiene una hiperritmia cardíaca que no le deja tiempo para respirar y se ahoga. No me ha sorprendido la noticia porque a decir verdad la niña está siempre como una moto.

Y ¿cual es el chiste?, ¿de qué se reían las angelitas?, me diréis. Se estaban riendo porque habían llegado a la conclusión de que jamás podría realizar el acto sexual, porque se sobreexcitaría y se ahogaría. Esto me lo contaban a mí con total desfachatez y delante su amiga.

Leocadia no se ha cortado ni un pelo. Ha empezado a utilizar un aplicador nasal parecido al de la foto como arma arrojadiza y lo he tenido que confiscar durante la clase.

Una enfermedad más normalizada.