jueves, febrero 26, 2004

Fashion de la muerte

Hoy me he puesto ropa fashion para que mis adorables petarditas me digan que estoy guapo y me lo he creído un poco. Es uno de esos trucos de autoestima que tiene uno. No falla. Por los pasillos me lo decían.

Ir a la moda es muy fácil cuando se da clase a quinceañeros.¡Hay que estar ciego para no seguirla! Además, la edad te da el tamiz del buen gusto que ellos no tienen a veces. Pero vayamos por partes. La tribu urbana predominante del instituto donde trabajo este año es la de los pihippies (o pijippies?): Són hijos, ya, de los hippies que en España llegaron a estar de moda en los años 70 y se parecen a sus padres en algunas cosas, como por ejemplo en el pensamiento izquierdoso, pero tienen mucho más dinero que sus padres.

No fuman tanto cannabis como sus padres porque como lo han visto en casa desde pequeñitos no tiene el elemento de rebeldía que eso tuvo para sus padres. Soy de los que piensa, sin embargo, que las generaciones van a mejor.

Compran ropa, barata, para después romperla un poco a su gusto. Yo esto no lo hago, claro. Lo que si me encanta, porque siempre he tenido un problema con los cinturones, es la moda de los pantalones de cintura baja (ellos le llaman la moda skater). Es muy cómodo no tener que pensar si el cinturón te queda bien o no con el pantalón y despreocuparte de que se te vean los calzoncillos, sobretodo si son Cavin Klein (ya dije el otro día que tengo tendencia al pijerío). El ejemplo del calzoncillo como prenda exterior me va muy bien para ilustrar lo que decía del la moda pasada por el tamiz del buen gusto. Yo enseño sólo un poquito, y cuando escribo en la pizarra y levanto el brazo solamente. Tengo alumnos que enseñan más de tres cuartas partes del calzoncillo y ya no me parece tan estético. No tanto como para reñirlos, pero estéticamente fuera de lugar.

La jefa de estudios es muy recta, muy señorita Rotttenmeier y fiscaliza a los alumnos sobre su vestimenta. Pero el año pasado discriminó por razones de sexo a los chicos, prohibiéndoles llevar collares. Me parecó tan injusto que al día siguiente me puse en collar de color arcoiris que había comprado durante los festejos del orgullo gay del... 2001, creo.

Hoy he explicado cómo visten los chicos. Otro día explicaré como visten ellas.