jueves, abril 29, 2004

En Mallorca. Día 1

Empiezo una serie de breves relatos sobre las aventuras de Mallorca, el último crédito de sintesis que acompañé, ¿recordáis? El primer día fue de largo el más accidentado.

Yo detesto, en general, hablar con los padres. Pueden ser bellísimas personas (o no) pero la mayoría de la gente cambia el chip cuando se pone padre o madre. Las únicas excepciones que me vienen a la cabeza ahora mismo son los padres que también son profesores, que se reprimen sus comentarios porque saben lo que significa estar en esa piel.

Verlos a todos juntos dando consejos a sus hijos y queriendo hablar contigo simplemente me aterra. Y eso es lo que pasa al principio del viaje. A pesar de ello llegué el primero al aeropuerto porque me ganó la responsabilidad y saludé a los padres, eso sí, de uno en uno.

Incoveniente 1: ¡Un 20% de los niños no habían traido el DNI o llevaban una fotocopia! Culpa nuestra, claro, por no haberselo advertido, insistía una madre. Esa señora no debía haber visto ningún telediario desde el 11/7/2001. Finalmente, gracias a los teléfonos móviles y a la hora y media de antelación con la que nos citamos en previsión de incidentes, pudimos salir todos menos uno que llego al mediodía.

Inconveniente 2: Control de seguridad. Detector de metales. Piercings, pendientes... Navajas (para pelar fruta, pero explícaselo al guardia civil). Lo peor del día fué ahí. A un niño se me lo llevan a un cuarto y cuando sale su tutora (una de las profesoras que iban con nosotros) se entera de que iba cargado de marihuana hasta las cejas. Mini consejo escolar en el aeropuerto: No puede venir, estamos de acuerdo todos. Se vuelve. Lo de este niño os lo contaré cuando acabe, porque todavía colea.

Inconveniente 3 : también llueve en Mallorca, y de que manera. Estó ya lo expliqué con el caso de la niña Petrita que fregaba las calles con sus pantalones tres tallas más grandes.

Inconveniente 4: Llegada al albergue. Hay que organizarse. Por razones de número de habitaciones y número de personas, las chicas dormirán en habitaciones mejor equipadas que los chicos. Lucha de sexos.
¿Qué suplemento han pagado ellas, que te lo pago yo?
La frase ingeniosa era de Pepito Armani, pijoteras reconocido.

Finalmente llegó la noche que ya conté una vez. Continuará...

miércoles, abril 28, 2004

Generation gap

Me vaís a permitir este principio melodramático: Una de las cosas más duras de la enseñanza es que tus "oponentes" siempre son más jovenes que tú (bueno, una vez enseñé a una persona mayor que yo, pero no era en secundaria).

Siempre más guapos, más estupendos y con ese atractivo que da la despreocupación y que sólo se puede tener a los quince. Algun día, cuando me atreva y encuentre la forma de hacerlo, hablaré de esas cosas. Hoy voy a hablar de algo que te hacen sentir esa diferencia de edad.

Ya comenté un día lo de la ropa, fuente de inspiración. Pero no pasa lo mismo con la música. Lo reconozco: mi opinión sobre su música es la misma que la tenían mis mayores cuando yo éra un adolescente: nefasta. Infumables OTs aparte, el ska (ahora Oi!), el rap (ahora hip-hop), el bakalao (ahora, trance) no son estilos nuevos, pero como todo el mundo sabe menos mis adorables montruitos, lo mejor es lo primero en el tiempo: es lo más auténtico. Para ellos, Rapper's Delight es prehistoria, lo de ahora es el Aserejé.

Este salto generacional se hace más evidente cuando traigo canciones para la clase de inglés. A veces opto por dejarles que me traigan ellos las canciones, pero suelo desistir porque escoger una canción significa afiliarme a una ideología concreta y provocar un amago de batalla campal en la clase: Heavies contra Oi!s por ejemplo.

De manera que acabo trayendo mi propia música. ASiempre hay algun gracioso que te dice, perdonandote la vida?
-Que, ¿los Beatles? Son de tu época, ¿no?

Hay mucha profesora de Inglés progre de 50 años por ahí, pero yo tengo 38.

No, music of the 80s. Contesto yo con cara de condescendencia inglesa.

Lo más fuerte me lo dijeron el año pasado. Alguien se quejó de que traía siempre música de mi era, como si yo fuera del Cretácico.

¿Pero qué mejor que la música de Duran Duran, Boney M, Rick Astley o Pet Shop Boys o Madonna? Además estos dos últimos han evolucionado y siguen en activo.

martes, abril 27, 2004

Gamberradas de clase por la tarde

Hay que decirlo alto y claro: las clases por la tarde habría que prohibirlas o reconvertirlas. En muchas comunidades autónomas ya no existen (que yo sepa Aragón y Andalucía por lo menos), pero aquí en Catalunya todavía las damos. Ahora con el buen tiempo la cosa empeora.

Otra cosa que empeora com la llegada del buen tiempo o con el final del curso que es lo mismo es (lo confieso) mis ganas de gamberrear yo, de divertirme yo. En parte por cansancio, en parte por simbiosis con los alumnos y en parte por la legítima defensa de la que he hablado alguna vez. Os cuento mi gamberrada de hoy: tenía una clase a las 16:30, con unos niños adorables pero fieras, muy artistas ellos. Unos tocan, otros redactan muy bien, otras ensayan coreografías vistas en el capítulo de ayer de Un Paso Adelante. Leyeron una versión adaptada de The Phantom of the Opera el trimestre pasado, y les he traido la música.

Hemos empezado con el clásico ejercicio de poner las palabras que faltan (que yo he quitado), pero les gustaba tanto la canción que nos hemos puesto a cantar todos.

He's there, the Phantom of the Opera...
Beware, the Phantom of the Opera...

En ese momento ha venido una profesora que buscaba a otros alumnos y se ha quedado alucinando. Después les he dicho (MENTIRAAAAAA!que diría Palomino) , que haríamos un casting, y que a final del curso haríamos una función del Fantasma. Han salido voluntarios de debajo de las piedras. He tenido que ponerme. De tanto canto, emociones y aplausos ha venido otro profe, esta vez era el de guardía y le he dicho que estábamos haciendo un casting, que se fuera a no ser que quisiera participar en el mismo. Como es amiguete y también le va lo artístico, se ha ofrecido a hacer los decorados....

¿Acabará esto en algo?
Tendríamos que convencer al de música, que se quedó en los conciertos de Bach, para que nos haga los arreglos.
Soy una criatura.

lunes, abril 26, 2004

En defensa del profesor nuevo

La llegada de sustitutos al trabajo me recuerda mucho lo duros que son los primeros dias de profesor. Estos dias tenemos el instituto plagado, pero tenemos uno concretamente que es totalmente nuevo: experiencia cero. Con lo cual a las clásicas perrerías que tiene que sufrir por parte de los alumnos (tanteos de autoridad, mentiras varias) se expone continuamente a metidas de pata y novatadas.

Es muy difícil, para empezar, ¡entender un horario de profesor!: A unos niños los ves una vez por semana: a otros dos, a otros tres. BAT significa bachillerato, G Guardia, y RD Reunión de Departamento. ¿Dónde se hacen las guardias? Hay institutos donde se hacen en la conserjería, otros en los pasillos, otros en la biblioteca. ¿Y las aulas? ¿Donde está la 109? ¿Y por qué si en el horario pone la 109 los niños no están ahí?

¿Dónde se puede tomar un café cerca del instituto? ¿Como se llaman la directora, la cap d'Estudis y el jefe de seminario? ¿Por qué me pide cosas esa que dice ser coordinadora pedagógica de segundo ciclo? ¿En qué consiste su trabajo? ¿Cómo y cuando he de poner notas?

Muchas cosas para aprender en nada de tiempo.

Una de las gamberradas preferidas de los niños: cambiarse el nombre entre ellos. El profesor novato o sustituto no controla absolutamente nada y por lo tanto se creería hasta que al nombre de Rebeca Fernández respondiera un tío con planta de jugador de baloncesto.

Otra: engañar sobre el profesor o profesora sustituido. Siempre era más amable, comprensivo, ameno y simpático que el sustituto. Explicaba muchísimo mejor que tu. No ponía deberes, dejaba ir al lavabo cuando los alumnos querían y permitía estudiar cuando en la clase siguiente los alumnos tenían un examen. En definitiva era no sólo mejor profesor sino definitivamente mejor persona. Si la autoestima del individuo en cuestión resiste estos primeros días, entonces tiene madera de profesor y puede seguir en el trabajo: eso sí que son oposiciones.

jueves, abril 22, 2004

Copias y chuletas

Vaya dicho por delante. No creo en los exámenes y a final de curso podría poner una nota a cada uno de mis niñ@s sin examinarlos ni equivocarme, pero hay unas normas que cumplir, y sorprendentemente, cuando no he puesto exámenes (en los tiempos de los créditos variables que expliqué un día), algunos alumnos se me han quejado porque no entendían que yo pudiera tener un criterio objetivo mejor que ése.

Entenderéis entonces que no me dedique a vigilar celosamente cuando pongo exámenes. Las copias entre alumnos se notan mucho en exámenes de lengua, y las otras (tipo chuleta) no me obsesionan. Ya sabéis lo que se dice de una chuleta bien hecha, que sirve para aprender.

Ahora bien, siempre me ha molestado mucho que me tomen por tonto. Como a mi compañera Asun, a la que un niño intentaba convencerle de que no se le podía retirar el examen porque el libro que tenía en las rodillas estaba abierto por una página donde no estaba la respuesta a ninguna de las preguntas.

La tensión del examen sirve para que te digan cosas muy divertidas:
No es lo que parece (ante una lista de verbos irregulares escondida debajo del examen).
Solo le estaba preguntando cosas puntuales (en un examen tipo test).

Una vez que le quite un examen a un niño, me amenazó con llevarme a la directora y no se yo que más, pero el pobrecillo estaba muy nervioso y se lo perdoné. Es muy divertido decir en un examen sin dirigirte a nadie:
Silencio
Y que alguien te conteste:
¡Pero si no le estaba diciendo nada!
Sospechosos habituales...

lunes, abril 19, 2004

Salidas de tono

Hace mucho tiempo que no escribo. Hoy os voy a hacer el regalito a los que me leeis o miráis si he escrito cada día. Ya os dije una vez que me esto me emociona profundamente.

Hace un año tuve una experiencia curiosa en el trabajo, consistente en dar el curso del CAP (Certificación de Aptitud Pedagógica o algo así) a dos profesoras y un profesor que se estaban formando. Lo de "curioso" es porque pude comprobar cómo me veían personas adultas, formadas en mi trabajo. La educación tiene eso, que siempre estás "sólo ante el peligro" y a los compañeros sólo los ves en los descansos, reuniones aparte. Bueno, a lo que iba, una de esas personas me dijo algo de lo que yo no era consciente: que nunca me enfrento al alumnado en el día a día. Es cierto, siempre busco la complicidad de ellos para que trabajen a gusto y aprendan más. Como estrategia más que como defensa.

Pero claro, uno no es un santo, ni un mártir, y como decía Chiquito de la Calzada:
Una mala taaaaarde la tiene cualquiera.
O una mala mañana, o....

Hoy voy a contar dos respuestas no apropiadas que me vinieron en el viaje a Mallorca, fruto del enorme cansancio producido por aguantar a mis adorables monstruitos las 24 horas del día.

a)Petrita. Papidependiente, no toma decisiones por si sola. No sabe ni vestirse apropiadamente, ni coger paraguas. Como lleva pantalones acampanados y llueve a cántaros, se le mojan hasta la rodilla, haciendo éstos las veces de mopa del pavimento de Palma. (Fea, la imagen). Está desesperada, y se queja durante media hora:
-Mestre, ¿cuándo vamos a llegar? (Repítase en intervalos de cinco minutos)
Llegamos y Mestre negocia con suma habilidad la entrada gratuita y visita guiada al Palacio de la Almudaina, pese a llegar tarde por la lluvia y al ruido que profieren sus alumnit@s desde la calle:
-¿Ahora tenemos que entrar aquí?.
A la salida del Palacio:
¿No nos podemos quedar aquí?
La mayoría de mis niños no han visto una iglesia ni una capilla por dentro ni por casualidad, y cuando veian una en el viaje a Mallorca creían que era un sitio para sentarse.

Yo que la miro como hacía JR cuando decía en TV3:
-T'enfonsaré. (Te voy a hundir)
Y le digo:
-Petrita, estás de bofetada.
Se asustó tanto que no la volví a ver ni oir en todo el viaje.

b) El otro comentario desafortunado me vino hacia el final del viaje. Llevábamos muchas horas aguantándonos los unos a los otros. Algunos niños, entre ellos Pol, se arrastraban más que andaban. Consecuencia más que nada de no dormir sus horas por la noche, tal y como expliqué.
Pol se quejaba mucho, arrastraba su oronda figura y no respetaba las indicaciones del guía. Estábamos en las Cuevas del Drach. Pol se quejaba de andar mucho y se arrastraba, a pesar de que estábamos bajando las cuevas. Me enfadó tanto su actitud, que le dije:
Tu eres como un anuncio de Fontvella. No te pesan los años, te pesan los kilos.

Se quedó un poco indispuesto. Luego le pedí disculpas, pero él ya anduvo más ligero, quiza porque había puesto la cara de JR otra vez sin darme cuenta.

miércoles, abril 14, 2004

Ponerse serios

Una clase, por mucho que uno se la prepare, es siempre una improvisación, no puede tener un guión fijo. A veces piensas que lo que vas a contarles les interesará mucho... y no. Otras veces crees que está todo clarísimo y no te está entendiendo nadie. Por eso es conveniente realizar pequeños gestos de feedback para saber que la gente te sigue. Una pregunta inesperada, un chistecito, un error voluntario para que te corrijan...

Pero dónde más tiempo se pierde es metiendo broncas, haciendo que se callen, etc. En realidad creo que comprendo bastante bien que no a todo el mundo le interese lo que les explico, y que sea muy cansado escuchar rollos de la gente seis o siete horas al día, por lo que casi nunca me enfado de verdad. Sería un derroche de energía que no me puedo permitir. Pero a lo largo de los años de experiencia he desarrollado tácticas para escenificar enfados que me han servido como estrategias de supervivencia.

Una de ellas es la de los tres palitos, que simbolizan mi grado de cabreo. Un palito en la pizarra, significa que me estoy enfadando, dos que ya estoy bastante enfadado, y tres, castigo. El castigo suele consistir en hacerles copiar una cantidad de material en inglés "ligeramente" superior al lo que es razonable para el tiempo que queda de clase y su "velocidad de copia-crucero". De esta manera se estresan mucho, callan y copian, agobiados por la sensación de que no van a llegar.

Todo esto sin estresarme.

Otro tipo de tácticas son frases que ellos ya saben que sirven para decir que hay que ir con cuidado: En mi caso son:
"Me estoy enfadando por momentos"
"estoy harto de..."
"No voy a gastar más energía con vosotros. Total, esto yo ya me lo sé." Y me voy.
Esta es la más dramática de todas, a usar muy puntualmente y en sitios donde los niños son minimamente responsables y sabes que te van a venir a buscar, arrepentidos. Evidentemente hay que irse a algún sitio, y si es en dirección a jefatura de estudios, mejor.

Todavía aprendo de las tácticas y "reflexiones colectivas" de mis colegas. En general, ellos las hacen más largas que yo y creo que voy a practicar en este sentido, porque he descubierto en el último viaje a Mallorca que a los niños les agobian las broncas largas.

El otro día estaba practicando con una niña:
"Laurita, el año pasado me gustabas mucho más...."
Marquitos me interrumpió:
"¿Cómo puede ser, Mestre, si este año le han crecido las tetas?"

Hay que seguir practicando.


domingo, abril 11, 2004

Desconexión y reconexión

Las vacaciones se acaban; entra el pánico escénico de volver al entarimado de las aulas. ¡con lo bien que estaba yo paseando por Carcassone hace un par de dias! ¿Me mereceré el mismo respeto por parte de los alumnos que me han visto cantar canciones de Elton John en un karaoke tronado de Palma de Mallorca?

Los finales de curso son siempre estresantes: Dentro de nada Sant Jordi (lo peor que te puede pasar es ser jurado del premio literario y tener que leer poesía teen), luego se examinan los de 2º de bachillerato (antiguo COU) y después todos los demás.

Paralelamente, y esto ya es un clásico desde que el curso empieza a mediados de setiembre, reuniones para preparar el próximo curso: reparto del pastel: cursos, tutorías. Siempre a expensas de lo que quiera disponer el departament: darnos un grupito más por aquí o conceder un desdoblamiento de alumnos por allá. Estas gracias se conceden en mitad del verano y suelen trastocar los planes que se hacen a final de curso.

También en pleno verano nos enteramos muchos profesores (los interinos, los expectativos y los que estamos en comisión de servicio, grupo al que como ya expliqué una vez pertenezco) de dónde vamos a trabajar el curso siguiente. En mi caso, si los planes que habré hecho con mi jefa de departamento y mi directora se cumplen o si por el contrario se van al garete y llego a cualquier otro sitio como el último mono el 1º de setiembre.

Os tendré informados...

lunes, abril 05, 2004

Incertidumbres

Hoy voy a hablar de la gran incertidumbre que representa para los colegios los cambios de gobierno que hemos tenido en los últimos meses Los diarios no hacen más que hablar de ello: Véase este ejemplo o este otro. I aquest

En los años 80, el gobierno del PSOE y minoria catalana elaboraron la LOGSE, ley que todavía está vigente. Fue una ley que tenía muy buenas intenciones, de marcado carácter social, pero que no se dotó económicamente. Ambiciosa, pero fallida. El motivo principal es que integrar en un único sistema educativo a toda la población hasta los 16 años requiere una cantidad ingente de especialistas. Toda la población significa pobres y ricos, los que quieren estudiar y los que no, los immigrantes, etc. A esto se le llama la comprensividad . Muy loable, pero sin recursos no funcionó. En Catalunya tenemos el caso del centro Badalona 9, que experimentó la reforma con mucho dinero y un cierto éxito (había que venderla) y que ahora que tiene los mismos recursos que el instituto de al lado está en vías de extinción.

Que todo el mundo llegue al mismo sitio, sin hacer lo mismo y conforme a sus posibilidades... Esto es carísimo si es que es posible....

Comprensividad quiere decir que en la misma clase están los que te la boicotean y los que quieren aprender, con lo cual el nivel baja estrepitosamente en la mayoría de las clases. El pan para todos significa que nadie come caviar, pero también significa que parte del pan va a para a la basura directamente. De todas maneras la LOGSE se implantó progresivamente y con mucho dialogo entre todas las partes implicadas.

Cuando llego el PP al poder se obstinó en cambiar la ley. Pero como no sabían dialogar no pudieron o supieron derogar la LOGSE e impusieron la LOCE con su mayoría absoluta, que venía a ser una contrarreforma de la LOGSE en muchos aspectos, aprovechando la flexibilidad de ésta. Concretamente y como puntos más polémicos, los niños tenían que repetir si suspendían, se ampliaba el castellano a 4 horas por semana y volvían los exámenes de recuperación. Algunos aspectos podían estar bien (o no), pero lo peor es que la LOCE se impuso por rodillo parlamentario y a una velocidad de indefensión (los niños tienen derecho a acabar el sistema que han empezado).

El gobierno catalán (tanto el de antes como el de ahora) no compartía ninguno de estos propósitos y esquivaba como podía en las instrucciones de este principio de curso estos puntos: la junta de evaluación podía aprobar a niños que suspendiesen, el castellano se dividía en dos horas más dos compartidas con el catalán y los exámenes de recuperación no se celebrarían en setiembre sino en junio, para que no se notara (?) que eran exámenes de setiembre.

En otras palabras el gobierno catalán LOGSificaba la LOCE tanto como podía al estar en contra. ¿Me seguís o os habéis perdido?

Con todo lo que ha caído en el terreno político en las últimas semanas quizá lo mejor es no aplicar la LOCE como se está sugiriendo, que no la quiere nadie, y pactar algo nuevo entre todos (también el PP si se deja) para que no estemos cambiando el sistema cada vez que haya un cambio de gobierno.

Mientras esperamos, es muy lamentable que los profesores no podamos responder a estas alturas del curso a los alumnos que nos preguntan qué les pasará si les queda una a final de 4º de ESO.

sábado, abril 03, 2004

Noches de sexo y pasión

Bueno, bueno, bueno! ya estoy de vuelta y descanasado. Tengo anécdotas para todos los gustos. Pero no las voy a contar todas hoy. Hoy voy a repasar lo que sucede por las noches en los viajes escolares.

Si hay algo realmente enojoso, después de un día largo de excursiones, visitas y escaladas arriba y abajo es llegar a la cama y no poder descansar. Ese es el verdadero interés que tenemos los profesores en que los niños duerman por las noches: Poder dormir nosotros. Si además el lugar donde se duerme es compartido pasas la vergüenza de que no dejan dormir a los otros habitantes del lugar. Si encima hay que confiscar alcohol, tabacos y otras drogas y meterles un sermón, entonces es que al día siguiente estás para el arrastre. Y ellos también.

Sin embargo ellos esperan la noche. Hablar de sus cosas, sortear los impedimentos para mezclarse los géneros, hacer ruido... Todo esto me ha pasado en Mallorca.

Hemos tenido que vigilar, pero con la ventaja de que en el albergue las habitaciones estaban separadas por tabiques que no llegaban hasta el techo y se identificaba fácilmente a los culpables de no dormir. Esto si, vaya concierto de pedos y ronquidos que tenía que soportar hasta que dormía.

1999: Una de las empresas que comentaba que se dedicaban a los créditos de síntesis encontró la solución a este tema. Me pareció tan genial que lo pondría por ley: el segurata nocturno de pasillos. Los profes colocábamos a los niños en sus habitaciones, y una vez dentro, de ahí no salía ni Dios. Podíamos descansar, dormir ocho horas. Si había algún incidente sabíamos que el vigilante nos iba a avisar. En ese viaje lo hubo: 2º de ESO ,niñ@s de doce años. Faltaban todas las chicas de una habitación. Por desarrollo físico, fuimos a la habitación de los muchachos con más posibilidades de ser objeto de deseo sexual de las nenitas. Entramos: ¡Qué ambiente! Las hormonas se podían cortar. Ellos, en calzoncillos y nada más. Ellas, duchandose y escondiendose detrás de las cortinas para que no las vieramos... Lo más divertido es que a esta edad unos están muy crecidos, tienen muchas necesidades de este tipo, y otros son todavía unos pequeñajos. Una de esas pequeñajas me vino a decir a la mañana siguiente:
- Mestre, ¿es verdad que has encontrado a esas en la habitación de los chicos? ¡Son unas putas!
No me acuerdo como se lo dije, pero le dije que no eran unas putas, que sólamente habían incumplido el reglamento del viaje y que algún día ella también entraría en la habitación de un chico.

Otro problema es cuando en el viaje se coincide con otro colegio u otro grupo de adolescentes. Entonces los machos del grupo se dirigen atraídos por el olor de las hembras al territorio ajeno, creando diferentes posibles repuestas:
a) El rechazo de las hembras. Esto lo pude ver con mis propios ojos en un viaje a Italia en el el 2002. Unos napolitanos se dirigieron a "mis" niñas... ¡oliéndolas! Ellas contestaron con un gruñido, porque no sabían italiano. En este viaje Mallorca 2004, unos immigrantes búlgaros muy guapos que trabajaban en una obra cercana también olieron a mis alumnitas cuando llegamos:
-¿Hola, de donde sois?
Como las muy antipáticas no decían nada yo contesté:
- De Barcelona.
-¡Barcelona! ¿De donde en Barcelona? ¿Viladecans, Gavà?
- ¡Somos de Pedralbes! Así que vete.
Yo tuve después unas palabras con los mozalbetes para disculparme.
b) Otra opción es que los machos se den cuenta de que se les esta invadiendo el territorio (son "sus" chicas) y entonces hay pelea: Hay que llegar a acuerdos con los responsables de la otra manada.
c) La tercera opción, no es una. Son muchas. Son todas las historias de amor que triunfan y de las que el profesor no se entera o se entera a posteriori, como el de una chica que conoció (para usar una palabra benevolente) a un chico distinto cada una de las cuatro noches que estuvimos en Praga en 1993, o la de los dos chicos que siempre ligaban juntos porque lo que les gustaba en realidad era hacérselo el uno con el otro y buscaban a una chica como excusa.