jueves, diciembre 30, 2004

Historias para no dormir (III)

Un frío e impersonal “tiene una llamada” de recepción me pasó con el padre de Quico Blume, uno de los niños que iban con nosotros. Mil ideas se me apilonaron en la cabeza: ¿se habría matado aquella noche?¿Estaría detenido por algo? Mis defensas estaban bajo cero porque me acababa de despertar así que empezó hablando papá Blume:

-Perdone que le moleste señor profesor, pero le quería hacer una pregunta: ¿es cierto que estaban incluidos las comidas en el precio del viaje?
-Sí, claro que lo están, contesté extrañado
-Es que Quico nos ha pedido más dinero, y claro, le habíamos dado treinta mil pesetas pensando que sería más que suficiente...

Treinta mil pesetas se había gastado en un día el angelito, de las de principios de los noventa.
-¿Y no será que le habrá dejado dinero a alguien? Reaccioné mientras me quitaba las legañas. Tenga presente que han alquilado motos, y han salido ya de compras. Debería preguntarle a su hijo en que se lo ha gastado.
-Sí, lo he intentado, pero no me contesta.
-Hablaré con él y le diré que usted ha llamado
, acabé, con un tono de "hala adiós muy buenas".

El resto del día fue lamentable. Los niños se habían acostado a las tantas (por eso no oían teléfono ni nada) y cuando el servicio de limpieza de les echaba para hacer las habitaciones, se iban a acabar de dormir a las tumbonas que rodeaban la piscina, tapándose las caras con las toallas para no ser deslumbrados y así seguir durmiendo.

Por la noche, decidí salir con aquella espectacular troup y poder influir de alguna manera: se estaban perdiendo las playas, los pueblos... Iban del hotel a la disco y se alimentaban a base de snacks que hoy están prohibidos en muchos institutos, tirando las comidas del hotel que estaban ya pagadas.

A todo esto, Quico ya estaba empezando a beber más de la cuenta (ese era el motivo de sus dispendios) y no se aguantaba en pie. Tuve que llevarlo al hotel y meterlo en la camita, pero (horror) no me dejaba ir:

-Quédate Mestre, quiero quedarme contigo. Métete contigo en la cama que te quiero mucho.
La propuesta hubiese sido contestada afirmativamente de no tener Quico 17 años y ser alumno mío. Tenía cuerpo de gimnasta y era muy guapo.
-No sabes lo que dices. Estás borracho.

Lo dejé ahí durmiendo, pero ¡qué demonios! Me acordé de que tenía moto, de que todo el mundo se lo estaba pasando bien menos yo y me fui a visitar un sitio que ya conocía.

(continuará...)

miércoles, diciembre 29, 2004

Historias para no dormir (II)

Llegó el fatídico día y cogimos todos el barco: los viajes en avión aún no se habían abaratado. Niños estos que eran protopastilleros, ya necesitaban alguna droga y se pusieron hasta arriba de biodraminas, que luego vomitarían toda la noche por haberlas ingerido en exceso y sin haber esperado a marearse.

Llegamos a Ibiza y al hotel, en las afueras de la ciudad, y los niños desaparecen. A la profesora inconsciente (llamémosla “Susanita” para abreviar, a partir de ahora) le importa un rábano y va corriendo a ponerse el bikini, que está muy blanca y quiere volver a Barcelona morena. Por lo que respecta a la bedel espía (“Miss Crocket”), se dispone a hacer lo mismo. Ahí quedo yo sufriendo una hora aproximadamente, hasta que me aparecen, cual jinetes del Apocalipsis, los monstruos montados en moto. Habían ido a alquilar motos sin pedir permiso, no fuera a ser que les dijéramos que no.

Y nosotros sin seguro.

A Susanita no le preocupó, tampoco a Miss Crocket. De manera que por no quedarme sólo frente al resto de la gente, tampoco dije que no. Eso sí, alquilé una moto yo también para ir con ellos y controlarlos.

La siguiente compra que hicieron los angelitos fue la del alcohol, y por la tarde ya se había accidentado el hijo del príncipe de los gitanos. Con lo autosuficientes y esquivos que eran, no me enteré hasta que volvieron de urgencias, tras la consiguiente espera angustiosa otra vez al comprobar que no aparecían (estoy hablando de principios de los noventa, no había móviles). Todo esto me lo comía ya solo, porque era el único que me estresaba con la situación. Quería que se acabaran ya los días horribles que me esperaban, y acabábamos de llegar.

Susanita se apuntó a ir a la primera noche de disco, y yo aproveché para quedarme en el hotel, de cansado que estaba por los nervios. Esa noche me costó mucho dormir: ¿quién me mandaba a mí meterme en estos berenjenales? Nunca más me iba a ir con alumnos de viaje (esta promesa no la he cumplido porque he ido en condiciones mucho mejores)... pero me dormí.

Me dormí para despertarme con una llamada a mi habitación, ya el día siguiente: ¿quién sería?

(continuará)

martes, diciembre 28, 2004

Historias para no dormir (I)

Ahora que estoy de vacaciones me ha venido a la cabeza una historia que no os había contado, de la escuela donde hacían ver que estudiaban Titi Rivesaltes y Merceditas VisionLab.

Era mi primer año como enseñante reglado, y era joven, tierno e inexperto. Tan inexperto que hice algo por lo que todavía doy gracias de haber salido ileso. Me fui de viaje de fin de curso a Ibiza. Me encanta la isla (los que me conocéis sabéis que la adoro), pero no era muy educativo, ni escolar, ni cultural ir con aquellos monstruos. Fue un sufrir constante que empezó el día antes: se me ocurrió que los padres habían pagado ya el viaje y no teníamos seguro. De hecho todos los pormenores con la agencia de viajes (como todo nuestro entorno en aquella escuela, pijísima) los había llevado una profesora aun más joven, inexperta e inconsciente que yo. “Algún tipo de seguro tendremos” pensaba yo. Llamé para indagar qué nos cubría exactamente. La voz del otro lado tenía el tono despreocupado y perdonavidas de cualquier servicio de atención telefónica de hoy en día:
- Seguro? Ay no sé...
Le faltaba decir: por seguro no me viene nada
-Si, chato, tenéis seguro. El obligatorio.
Obligatorio. Claro. El obligatorio.
-Oye guapa, ¿y que cosas cubre ese seguro?
- Pues poco rey eh? Te cubre poco. De hecho casi nada. Te cubre que si se muere alguien se le devuelve el cuerpo a la familia gratis.

Y ahora, ya tranquilo, me disponía a salir con cincuenta niños horribles, una profesora inconsciente y una conserje-bedel-secretaria-chica para todo (lo de chica es un decir). Esta última era una examante del dueño de la escuela (según decían las malas lenguas) que iba para espiarnos, sin ninguna responsabilidad y como premio del amo a vaya usted a saber qué.

Continuará...

miércoles, diciembre 22, 2004

Último día de clases

Hoy, último día de clase. Cada instituto tiene una tradición en esto.
En mi instituto, como si todavía vivieramos en la época de Las chicas de la cruz roja, se venden trozos de pastel y otros manjares hechos en casa entre alumnos y profesores con destino a una ONG local, que va variando pero siempre es local para que nuestro alumnado sepa que no todo es opulencia en Navidad.
-Ah pero, ¿hay pobres en Barcelona? inquirió David Roca a Paco Rabaunn* ¿ossea, de los que se mueren de hambre?
-Si, superpobres. ¿No os acordáis de aquella excursión que hicimos al barrio ese... el Raval?
-¡Ah sí! ¡Ese que las calles eran tan estrechas que no tenían Caprabos ni Pans & Company!
- Tiene que ser superfuerte no poder comprar ni la comida de marca, sentenció Alfred Perri.

Otra costumbre muy "nuestrada" es el concierto de Navidad que sigue al desayuno solidario. Lo empieza a montar quince dias antes el profesor de música, personaje que yo creo que ya estaba antes de que construyeran el instituto. De hecho, el año que viene se jubila, y francamente le vamos a echar de menos. Daba un toque solemne al final de trimestre, que ya nunca más vamos a tener. Es un profesor muy especial, muy despistado entre otras cosas, pero todo lo que hace para que estos actos lleguen a buen puerto nunca se le va a agradecer lo suficiente.

Me vaís a perdonar que baje la frecuencia de mis publicaciones hasta el año que viene. Tengo muchas cosas en el tintero y no me voy fuera, de modo que seguiré escribiendo, pero menos, claro está que hay que descansar. Mentalmente también.

Un abrazo a todos y felices fiestas.

*El nombre de Paco Rabaunn (Rabón en el original) está copiado de un personaje de los cómics de Ralf König. Danke schön

martes, diciembre 21, 2004

El principio de una amistad

Os prometí que os explicaría lo que ha hecho Dolça Cum Baià este finde, y ahí va.

Los padres de la niña son de la corriente antiautoritaria en una familia autogestionada, de esas en que cada uno hace lo que le da la gana sin casi rendir cuentas.
De manera que hubo aplec en Eramprunyà. Ese fin de semana los mayores del pueblo cercano suben a cantarle a la virgen de la ermita vecina, y los jóvenes suben la noche anterior, en acampada mística-nacional, para tenerlo todo preparado de buena mañana.

Tradicionalmente se moja el churro, o como dicen ellos se suca el melindro.

Dolceta ha perdido un amor platónico este fin de semana, pero ha ganado un amigo: Biel Carmanyola. Es también del instituto, aunque no sea alumno mío. A Biel sus padres le compraron una planta de Marihuana el día que cumplió los quince años, y se ha quedado un poquito atontado desde entonces. Llamó la atención a principio de curso porque se había rapado al cero, o casi. Nos temíamos que se había convertido en skinhead o algo así, pero la verdad era mucho más prosaica: alguna vez se había quemado las greñas haciéndose los porros, y de este modo fuera problemas.

Txell se presentó a la reunión con Ció, otra monitora. El rollo bollo se podía cortar, no disimulaban para nada su historia y Dolça se hundió en la desesperación al ver perder todas sus opciones con Txell. Cuando estaba dentro de su saco de dormir llorando como una magdalena, escondida como para que se la tragara el mundo, alguien agitó los cascabeles de su mochila.

-No te preocupes, tía, a mí me pasa lo mismo que a ti. Te entiendo a tope tía.
Era Biel, que la había echado de menos en la bendición de mesa con panderetas que se hacía tradicionalmente en ese castillo.
¿Tu también eres lesbiana?
Dolça estaba muy confundida, la pobre, y no veía más allá de su pena.
-No, vacaburra. Yo también soy gay.
Desde ese día Biel y Dolça son amiguísimos de la muerte y hay hasta quien dice que se han liado. Se les ve juntos a todas horas, y es que estos días se están confesando sus vidas.

lunes, diciembre 20, 2004

Amoríos

Tal y como yo esperaba Dolça Cum Baià ha vuelto mucho más recuperada del fin de semana. Me preguntaba Betty que cómo nos enteramos de los amoríos de los alumnos. Hay varias maneras:

a) Observación en los rincones que comentaba el otro día. A diferencia de los adultos, en los adolescentes los restriegues, achuchones y demás tocamientos suelen ir acompañados de amor verdadero.
b) Cotilleo: Tal y como comenta Allie, los profesores comentamos mucho, siendo las sesiones de evaluación el lugar idóneo, ya que al estar todos juntos podemos hacer puesta en común sobre personajes concretos. Ya lo conté una vez.
c) Algunas veces te cuentan cosas en las redacciones, por increíble que parezca. Es mi especialidad. Solamente hay que poner el título correcto en la redacción después de haber creado un clima de confianza. Te pueden contar cosas propias o ajenas, siendo ésta última categoría menos de fiar y que debe uno contrastar, por ejemplo en las reuniones de evaluación. Así descubrí una vez que a un alumno le gustaban los hombres.
d) También te lo cuentan a veces los padres: generalmente son los padres de chicos, orgullosos de que su machito en potencia haya pasado a la acción.
e) Finalmente también te lo pueden contar ellos en la entrevista tutorial: tengo comprobado que cuando aparentemente todo va bien y las notas van mal es que el/la sujet@ está enamorad@.

La historia de Dolça con Txell es fantasía. Yo tengo una intuición bastante firme respecto de los gustos sexuales de Dolça, esto sí. A veces uno desde fuera ve estas cosas con mayor claridad que ellos, pobrecillos, con toda la confusión de la adolescencia.

Ahora recuerdo unas alumnitas que estaban entusiasmadas con Tatu, y se pusieron rojas como un tomate cuando yo les dije, traduciendo de una página de Internet, que eran lesbianas. ¿Escandalizadas o descubiertas?

Pero lo de Dolça con Txell puede ser verdad en cualquier momento y ahí está la gracia. Mañana explicaré lo que le ha pasado a Dolça en realidad este fin de semana.

viernes, diciembre 17, 2004

Llanto y crujir de dientes

Una de las cosas a las que todavía no me he acostumbrado en mi ya dilatada carrera de 15 años de Mestre es a los llantos frente a los suspensos. Creo que no cabe la sorpresa antes unas notas suspendidas. Por lo menos yo (y muchos otros mestres también, me consta) hago varios exámenes por cada trimestre, explico la manera de puntuar y las notas... un suspenso no se improvisa, y en todo caso los profesores a veces regalamos aprobados, no suspensos. Es decir que cuando cambiamos la nota a última hora (como en las evaluaciones que tuvimos la semana pasada) casi siempre es para aprobar.

Pero no. Esta semana parece que hayan proyectado ET en las aulas. Ha subido la cotización de los cleenex en el mercado negro que comentaba la última vez y todo son lloros por los pasillos, escaleras y rincones. Ahora que los varones ya no tenemos que ocultar nuestros sentimientos (cosa que yo soy el primero en celebrar), lloricas de ambos sexos proliferan en el instituto, buscando consuelo en amigos o intentando despertar compasión en algún profesor.

Oriol Minguell no podía comprender estaba mañana qué le había pasado ¿Cómo podía haber suspendido ocho, con lo guapo que es y el alto concepto que tiene de si mismo?

Dolça Cum Baià estaba también muy afligida: ¿Le dejará su padre ir, este fin de semana, al encuentro de jóvenes excursionistas nacionalistas en el castillo abandonado de Eramprunyà? Albergaba en su corazón la esperanza de encontrarse con Txell, aquella monitora de un pueblo del Berguedà de la que está enamorada secretamente y a la que conoció en un baile de diablesas incendiarias del Alto Urgel.

Pero no os preocupéis por ellos. Dentro de cinco días estarán de vacaciones y de estos lloros sólo quedará el recuerdo.

miércoles, diciembre 15, 2004

Rincones

Todos los institutos tienen sus rincones, prohibidos desde el punto de vista de los profesores, pero mágicos desde el punto de vista de los alumnos, escenarios de besos furtivos, primeras adicciones y confidencias que no se olvidan.

En mi instituto por ejemplo hay una puerta que comunica los dos patios (el de arriba y el de abajo) debajo de la cual hoy he podido observar que se comerciaba con cigarrillos. He hecho la vista gorda porque me esperaban para comer, pero curiosamente los cigarrillos iban en dirección opuesta a la que se podía esperar: del lugar donde están los más jóvenes hacia el patio de los mayores.

A la vuelta de comer, he pasado por el mismo rincón y allí estaban Lolita Gómez y Alfred Perri dándose arrechuchos. Alfred Perri es nuevo de este año pero su llegada ha sido triunfal. Es bastante guapo, hay que decirlo todo. Se han separado al verme llegar:
-Yo te abro la puerta, Mestre. Por ti, cualquier cosa.
Estamos en época de evaluaciones y la he aprobado con un 4,8, pese a mi proverbial inflexibilidad con las décimas. De ahí la amabilidad.

Otro rincón es el rellano de una escalera que se añadió al edificio después de hacerse (supongo que por exigencias de bomberos) y los lavabos. En mi instituto, donde como he explicado varias veces estudian los hijos de cierta progresía catalana, los lavabos de alumnos son mixtos y algunos profesores hemos visto entrar y salir combinaciones muy variopintas de alumnado. Pero lo que se controla es el tabaco, claro.

lunes, diciembre 13, 2004

Bloody Monday

Hoy ha sido un día un poco atípico pero lunes, de esos malos que voy a tener durante todo el curso. ¡Es que estoy a horario completísimo! Cualquiera lo soporta.

He empezado tarde hoy (ya dije que era atípico el día) porque fui al dermatólogo a curarme un horrible grano que afeaba mi cara. He vuelto a trabajar con un parche gigantesco en la mejilla y todo han sido comentarios: (Ya comenté lo apropiado que son los institutos como caldo de cultivo de rumores)
-Te has peleado por una chica Mestre?
(Como puede ser que todavía hoy haya gente que hace estas cosas.. ¿o me estaban tomando el pelo?)
- ¡Yo lo sé!¡Te has hecho el láser! Mi madre también se lo hizo y estuvo varios días en el hospital.
A la madre de Pitita Fuentes, Pitón Carroñero, la conozco, y la verdad no me imaginaba que se depilaba de un modo tan salvaje. ¿O eran las patas de gallo?
-¿Tienes un flemón?
-Collons, Mestre! Si a mí me operaran por cada grano que me sale me pasaría el día ingresada.
La pobre Clea Rasil es una adolescente a un acné pegado. Y muy ordinariota.

He llegado a la conclusión de que el grano de mi cara sólo era visible para mí.

Después, he tenido mi primera enganchada del curso con Bego Martín, en circunstancias extraacadémicas. Me ha tocado hacer una guardia en la Biblioteca y cuándo la he llamado al orden porque hablaba muy alto, me ha asegurado que como en ese momento no estábamos en clase, no tenía yo ninguna autoridad para castigarla. Entonces se me ha ocurrido un castigo ejemplar de mi libro de torturas (no podía consentir que me contestara así) y he cogido su mochila y apuntes y los he colocado en el pasillo.
-¿Lo ves, como dentro o fuera de clase, me tienes que obedecer?

Ha sonado el timbre y la he dejado recogiendo trastos, tirada por el suelo del pasillo.
¿Pensaréis que soy muy malo? ¿Tenéis alguna sugerencia sobre lo que podía haber hecho?

Os recuerdo que los castigos físicos y las humillaciones psicológicas no se llevan.

domingo, diciembre 12, 2004

Direcciones gmail

Bueno, pues eso...

Que tengo seis direcciones @gmail.com para dar, de esas que dan 1000 megas de almacenamiento, etc. etc. Escribidme si queréis alguna. Sólo os pido que si no me habéis escrito antes, me digais qué os parece el blog.

Buen resto de fin de semana a todos y todas.

sábado, diciembre 11, 2004

Más piedras preciosas

Otros personajes que voy a tener próximamente en es crédito de joyitas:

-Kevin Alberto Fernández: tiene nombre de personaje de Los Morancos y lo peor es que casi lo es. Está un poco mal aparcado, en definitiva, en mi instituto de pijit@s. El año pasado le ayudé a aprobar porque me daba un poquito de pena, sin amigos y con su background. Espero que este año esté mejor integrado.
-Immaculada Perez de la Heras y Trashorras de la Moraleja de Todos los Santos: Extremo opuesto a Kevin, jamás la olvidaré por ser la primera persona que conozco que tiene un caballo. Me extraña que esté en ese curso, porque siempre tuve un buen concepto de ella. Claro que cuando se está arriba, el único camino disponible es hacia abajo.
-Pedro Jurado: Con vocación de ser el más detestable del instituto, y casi lo consigue. Conocido por no estar nunca donde se supone que debe estar (vestuario de chicas fisgando, aulas ajenas robando, sala de profesores recibiendo una amonestación).
-Begoña Martín: Más falsa que un beso de Judas, intenta seducir a los profesores masculinos con su ombligo al aire rematado con piercing de todo a cien. Huelga decir que lo tiene claro al menos conmigo.
-Oriol Minguell: ¿Todavía creerá que porque es guapo lo va a tener más fácil en la vida?
¿Tardará mucho tiempo en descubrir que los ordenadores, al encenderse, dejan de reflejar la bella imagen de su rostro?

Y la pregunta más importante: ¿habrá madurado ya alguno de estos personajes en los meses que llevo sin tratar con ellos?

viernes, diciembre 10, 2004

Próximamente en Mestre Tites

Hoy he recibido la lista de los alumnos nuevos que voy a tener a partir de lunes, con el nuevo crédito de refuerzo. No serán tan estupendos como los que contaba, serán niños de refuerzo (eufemismos del mundo educativo que ya vaís conociendo).
Algunos ya los conocéis. Uno de ellos es Pablo Deslenguáde z, al que me encontré el verano pasado un centro comercial. También está Laurita, aquella niña cuyas tetas volvían loco de contento a Marquitos. La diferencia es que “este año” Laurita sabe que las tiene.

(¡Y es que cómo cambian los niños de año en año! Ya lo decía en la memorable película Kràmpack una de las protagonistas secundarias con cara de lascivia):
Yo el año pasado, no salía; pero este año sí

Pablito Deslenguadez tiene el look más ocupa que el verano pasado, todavía. Creo que lleva más piercings y más agujeros en los pantalones. Este año ha sido elegido representante en el consejo escolar, pero no hay que alamarse. Es un ángel con pinta de demonio y toda su rebeldía la expresa con la música y la forma de vestir. Si no ha cambiado como Laurita, claro.

La alternativa a Pablito era Dolça Cum Baià, de la tribu pihippy y que lleva cascabeles para adornar sus prendas de vestir y complementos. Si no fuera porque también es buena chica, se los arrancaría de cuajo. ¡Da una rabia oir esos cascabeles como si hubieran gatos en la clase!

jueves, diciembre 09, 2004

Reentrées

Creo que de todas las reentrées, esta de después del puente de diciembre es de las más absurdas. Los niños están en modo navidad (“enséñanos un villancico”) y se pierden miserablemente dos semanas valiosísimas de lo que es el segundo trimestre. Como ya conté hace poco este puente sirve para cruzar la barrera invisible del primer al segundo trimestre... (¡ya ha pasado un tercio del curso!)

Personalmente creo que se viene a aprender al colegio. Para todo lo demás yo no he de estar ahí, por lo tanto me pongo un poco desagradable con estas cosas. Para más inri detesto la navidad. De manera que este año, ayudado por las circunstancias, me he puesto en modo malnacido y he puesto un examen para el último día antes de irse de vacaciones en un grupo y otro para el dia de la vuelta, en otro. Curiosamente, las quejas han sido pocas. Creo que se debe a que otros profesores y profesoras llevan estos malos modos también.

domingo, diciembre 05, 2004

Prehistoria

Ahora que mis sobrinitos están creciendo me ha venido una historia de cuando yo empecé a trabajar, casi de mi prehistoria como Mestre.

¿Cómo empecé? Bueno, yo no había acabado mis estudios siquiera, Contacté (supongo que por un anunció de La Vanguardia) con una empresa que en vez de vender enciclopedias por las familias, vendía cursos de inglés por las escuelas. Estos se impartían en horario extraescolar. La empresa ponía cuatro trastos de material didáctico (incluyéndonos a los profesores) y la escuela (generalmente privada) ponía las aulas y promocionaba estas clases entre sus alumnos a cambio de un porcentaje de las cuotas claro está.

Cobraba una miseria. Pero formó parte de mi formación profesional, ya que una cosa es hacer filología inglesa y otra muy distinta dar clases. No estoy hablando solamente de currículo, aprendí algo con esa gente. Canciones, juegos, como utilizar materiales..

Esa empresa se aprovechaba del enorme retraso que había en España respecto a la enseñanza del Inglés. Se empezaba a los once años, y de qué manera. Se explicaba el inglés casi como si fuera latín, con gramática y más gramática. Pues bien esos padres que me pagaban querían que sus hijitos empezaran lo antes posible y como un juego, de un modo comunicativo y lo más parecido posible a su lengua madre. (esto es lo que pasa ahora).

Herramientas pedagógicas no tenía yo ninguna claro. La empresa, una vez hechos los tratos y asegurarse de que yo no era ningún desaprensivo, se iba a convencer a otras escuelas y me dejaban a mí sólo ante el peligro. El principal problema eran los niños moviditos, que cualquiera le hacía sentarse un rato, aunque fuera para jugar, después de una larga jornada escolar. Recuerdo una niña, aún recuerdo su cara de bicho que se movía más que los precios y jugaba a que yo la buscara por debajo de las mesas y las sillas. Me hacía sudar la gota gorda.

Un día encontré la solución. La colocaba encima del radiador un rato, y como no le llegaban los pies al suelo, ahí se quedaba rabiando sin poder moverse... Hasta que yo hubiera descansado un rato. Porque después tenía remordimiento (que no pena) y la soltaba otra vez de este singular cautiverio.

viernes, diciembre 03, 2004

Antes del puente

Hoy he dado notas de primera evaluación ya en un grupo, el de catalán de segundo. La verdad es que estoy contento de cómo me ha salido. Al ser la primera vez que impartía esta materia me he puesto bastante en preparar las clases, he hecho una autoevaluación interna y me doy por satisfecho. Es la clase del Feng Shui, y solamente han suspendido cinco, tres de los cuales espero que aprueben con el susto de esta mala nota inicial. La mayoría de los chicos han quedado contentos con las correcciones y el sistema de puntuación.

Sólo he tenido que escuchar una frase inédita para intentar un aprobado, muy al filo de la actualidad:
-Mestre, en mi casa me maltratan. Tienes que saber que por tu culpa mis padres me pegarán.
La frase en boca de Pancho Contento no tenía ninguna credibilidad.

Después las caras de los profesores iban alegrándose a lo largo de la jornada, coincidiendo con el inicio del megapuente de Diciembre. Unos se van y otros se quedan: ¡comprad, comprad, malditos!

jueves, diciembre 02, 2004

Diversidad cultural

No suelo hablar de grupos étnicos por aquí. No me gusta que se me pueda llamar racista o cosas por el estilo. Quien me conoce sabe que no lo soy, pero por aquí te puede leer todo el mundo y ya se sabe...

Pero la gente cuando viene a nuestro país exporta sus costumbres, que por suerte o por desgracia (yo creo que más bien por desgracia, prefiero la diversidad) se van diluyendo a medida que llevan un tiempo. Los alumnos no son una excepción.

Como parece lógico los que se integran mejor son los sudamericanos. Ya saben una de nuestras dos lenguas al llegar y enseguida hacen amigos. Muchas costumbres son parecidas y digamos que el 60 % del camino ya lo traen hecho de casa. Estoy hablando, claro, de la escuela. No existe (creo) ninguna otra institución más igualitaria, más integradora, al menos entre las que se encuentra la gente que viene a trabajar aquí. Hoy explico anécdotas que ilustran el 40 % que queda de camino por recorrer.

Epilady Gonsales coqueteaba con todo el mundo. Venía más pintada de lo que se esperaba para una niña de su edad (14) y estaba siempre en las nubes: los estudios le importaban un carajo. Yo comprendí la razón de todo esto cuando cumplió los 15: en su país las niñas hacen una fiesta de puesta de largo a esa edad, y ella quiso hacerlo aquí con la comunidad local. Ello incluía hacerse unas fotos, fotos que trajo para enseñar a sus compañeras del instituto. Eran un híbrido de portada de novela de Danielle Steel y book para el casting de Cristal. Al ver dichas fotos até cabos: ¡Epiladysita venía al instituto para buscar marido!

Luis Ricardo Mendez vestía como un latin king al llegar, pero se dio cuenta que las modas eran otras con bastante rapidez. Una vez me enfadé mucho con él porque hablaba mucho en clase. Ya como último aviso antes de externalizar (via tutora o Jefa de estudios) el problema, le dije bastante enfadado:
Mira Luis Ricardo: Ya no es que no te quiera oir. Es que en la medida de lo posible no te quiero ni ver.
A lo que me respondió:
Soy negro. Es fácil. Me pongo en un rincón oscuro y ya está.
Soy incapaz de reproducir las palabras textuales del muchacho pero me ganó esa vez, venció mi seriedad e hizo que asomara una sonrisa en la cara de este Mestre.
Es un seductor. Más que Latin King va para Latin Lover. Hablaré más de éste porque lo tengo de alumno este año.

Los padres de estos chicos son lo que más despacio se adaptan. Llaman licenciados a los profesores y doctora a la directora de mi instituto y son extremadamente educados en las entrevistas. Lo pasan fatal cuando sus hijos sacan malas notas y los animan a progresar (ahora mismo tengo un padre que se pone a estudiar con su hijo), de manera que también se entusiasman al ver que el trabajo da sus frutos.

Algo a su favor si los comparamos con algunos padres españoles que buscan el conchabamiento en lo que es y debe mantenerse en una relación profesional:
-Dinos tu Mestre que es lo que tenemos que hacer con Javierín, que de nosotros pasa bastante ya.

miércoles, diciembre 01, 2004

Balance

Dentro de los créditos variables, una posible clasificación es que sean de ampliación o de refuerzo. Los primeros lo cursan los alumnos que van bien de una asignatura y pueden ir un poco más allá. Los de refuerzo lo hacen los alumnos que necesitan un repaso. Los CV duran un trimestre y hoy acabé un CV de ampliación de lengua castellana. Básicamente les he hecho escribir (era en el aula de informática donde lo impartía) y les he hecho practicar diferentes formatos, por ejemplo:
-Narración: Asesinato en el instituto. Una idea que ya empleaba en la clase de inglés, pero que al aplicarla en una lengua más conocida por los angelitos da mucho más juego y sale mucho más divertida. La masacre es la variante más extendida, y sirve para ver qué profesores son más odiados.
-Teatro: Escribid un sketch de vuestra serie favorita. Aquí no hay quien viva y los Simpson triunfan. Como curiosidad, unas niñas eran fans de esta serie de dibujos japoneses que dan en el Canal 33 cuyos protagonistas son dos adolescentes gays.
-Cartas: Una carta de amor y una carta de reclamación.
-Descripción: El skyline de Barcelona desde el instituto (Misma imagen, diferentes descripciones)
-Lenguaje formal: El anuncio más deseado en el tablón del instituto
- Lenguaje de Manual de Instrucciones: Para sentarse en una silla. Creo que le copié la idea a Miguel Delibes que escribió las instrucciones para subir una escalera.
-Poesia: El animal más deforme también tiene su corazoncito: ¿cual és?
Etc...

He tenido en ese grupo a un auténtico monstruo de la literatura, que ya conocéis: Julito (¿pero vos no leés a Schopenhauer?). Le he dicho que empiece a presentarse a premios ya, que en este país no faltan, y me ha confesado que ya tiene una novela (tiene 14 años). Es (obviamente) repelente, pero escribe muy bien. Utilizando una expresión de sus compañeros que vosotros sabréis perdonarme, es el puto amo.
No es el único al que voy a echar de menos. Por ejemplo, a Marquitos, el obseso sexual de 14 años, o a Johnny Medina, con auténtica vocación hacia todo lo gore. Pero ya vendrán otros, a partir del día 9. Serán de refuerzo (como él crédito), pero ya les sacaré lo mejor de dentro que para eso seré su Mestre.