lunes, agosto 29, 2005

Diversidad a la americana

Dos amigas mormonas están hablando y una de ellas le dice a la otra:
-Tengo un problema: Me gusta beber, estoy aquí en Las Vegas porque también me gusta jugar, fumo y de vez en cuando me gusta echar un polvete.
-¡Nena, el problema es que tú no eres mormona, tú eres católica!

Este chiste (que recojo de una excelente monologuista de un espectáculo de Las Vegas) ejemplifica con las religiones una de las características más apasionantes para mí de los USA: la diversidad. Todas las razas, todas las religiones, casi todas las lenguas conviven en este país prácticamente desde que se fundó, y esto es algo que sorprende (a mí de un modo agradable, desde luego) en un país tan monolítico hasta hace cuatro días como es España. Aunque haya barrios en las ciudades grandes (el barrio ruso o el barrio japonés en San Francisco, por ejemplo), estos no son jamás ghettos sino más bien un referente cultutral para sus habitantes. Es conservando las raíces que se puede ser americano. ¿Lo que une a los chinos y los latinos de Los Ángeles? Son americanos. Así adquieren su significado las expresiones italoamericano, afroamericano, etc, que más allá de lo políticamente correcto reflejan un mestizaje cultural realmente envidiable.

Se puede argumentar que la clase social WASP (blanco, anglosajón y protestante) sigue siendo la dominante desde un punto de vista económico, pero también se observa que esto ya se va acabando, y que en todo caso a nosotros en Europa nos queda mucho camino aún por recorrer.

Por cierto y hablando de variedad de religiones se puede consultar esta sección del Flickr, donde las denominaciones diversas de las iglesias se confunden en la forma (¿y quizá en el fondo?) con el resto de la cartelería americana, por ejemplo aquí o aquí. Proximamnte hablaré de las carreteras y el interior de California (ya me quedan pocos días antes de volver a ser un Mestre).

jueves, agosto 25, 2005

Santa Mónica

Cuando estuve en Los Ángeles dormí en dos sitios. Uno fue al lado del aeropuerto, casi en Inglewood, porque tenía que volver a España muy temprano al día siguiente, y el otro fue en Santa Mónica, que es la cuna del pijerío californiano. Hasta los homeless parece que tengan más poderío y se montan unas tiendas de campaña bajo las Palmeras del parque de Pallisades que ya los quisieran para sí los limpiacristales de Las Vegas. Santa Mónica es en realidad un municipio independiente que forma parte del conglomerado de Los Ángeles, algo así como el Sitges o Castelldefels de Los Ángeles. Pero claro, como estamos en California todo es a lo grande...

Caro, todo es muy caro. Pero es el precio que se paga por poder salir por la noche a pie. La calle tercera la han hecho peatonal (le llaman “the third street promenade”). En otras palabras han descubierto que podían hacer un mall en plena calle, con su clima tan estupendo. Allí se concentran todas las tiendas exclusivas, los cines, las cafeterías para mirar y ser visto. Curioso, uno de los pocos sitios que recuerdo con mal servicio al cliente fue en un café de esta zona.

Fuera de las compras es aconsejable alquilar unas bicis para poderse hacer una idea de lo grande que es la fachada marítima y poder acercarse a rincones como el “Muscle Beach” (donde pinchas a los tíos y en vez de sangre sale Creatina, L-carnitina y otros anabolizantes) o Venice, que (en la línea de lo que decía en el post anterior) es una reinvención de Venecia que la mejora aunque ya no se parece en nada al original ni falta que le hace.

Es muy famoso en Santa Mónica el embarcadero, supongo que porque fue uno de los primeros de la zona. Sin embargo, como decía el personaje valenciano de la serie Oh Europa!, me l’imaginava més gran.

lunes, agosto 22, 2005

Falso y auténtico

Hoy estoy contento porque me ha salido esta fan del blog que además de ser una nueva lectora me comenta. Pensaba, a tenor de los comentarios tan escasos, que no interesaba tanto las aventuras en los USA como las aventuras del mestre, pero lo de esta chica me ha animado.

Cuando uno pasea por esos Estados Unidos se plantea otra vez muchas cosas y una de ellas es la distinción entre falso y auténtico, entre copia y original. Ejemplo: el ayuntamiento de San Francisco es una copia de... ¡la basílica de San Pedro de Roma! Lo hicieron nuevo después del terremoto de principios del siglo pasado y uno se asombra, de verdad, del aspecto que tiene esa cúpula pero sin la plaza del Vaticano que diseñara Bernini y que le da la monumentalidad que conocemos. En otras palabras, se reinventan la basílica colocándola en otro lugar, en otro tiempo, y dándole otra función. En el mismo San Francisco hay, en el downtown, un rascacielos inspirado en sus interiores en el gótico europeo. Acostumbrados a ver ese estilo en iglesias, castillos y catedrales, cuando entré y vi que los businessmen pasaban por debajo de arcos ojivales para coger el ascensor rumbo a la planta 18, aluciné un buen rato.

Estas reinvenciones no son exclusivas de los americanos, ya que todos los estudiosos de la historia de Barcelona saben que a finales del siglo XIX se construyó el barrio gótico de Barcelona. En Barcelona lo que quedaba entonces eran edificios góticos, y a alguien se le ocurrió la idea de hacer un pesebrillo aprovechando otras obras mayores que se hacían por ahí cerca (la apertura de la Via Layetana). En los USA las ruinas tampoco gustan y la mayoría de las personas piensan que es mejor una buena reconstrucción que unas ruinas mal colocadas.

En Hollywood, las únicas estrellas que se ven también son falsas, ya sea en forma de actores de calle que promocionan alguna atracción, o en forma de figuras de cera en el museo. Pero uno se puede hacer fotos con ellos y seguramente no podría con los de verdad. Otro ejemplo: la actividad más realizada en el parque nacional del Grand Canyon es ver la peli IMAX sobre el Gran Canyon. Tampoco me atrevo a culpar a nadie, el que esté libre de pecado... En las Vegas, cada vez que salíamos del hotel en dirección al Strip, una chica nos ofrecía deseperadamente un tour por el Grand Canyon. A 40ºC y pico, ¿quien quiere salir a la naturaleza? Que vivan los climas artificiales...

A veces, la copia mejora claramente el original y tampoco se puede criticar a nadie por intentarlo. Ya lo dije respecto a las Vegas. Prefiero los miles de Elvis falsos que pululan por la Sin City que el de verdad que murió alcoholizado y con sobrepeso en 1977. No solamente tienen mejor aspecto, sino que cantan todavía para nuestro placer.

domingo, agosto 21, 2005

Actualización

La crónica del Mestre en los States tocará a su fin pronto, pero próximamente el Mestre volverá con un cambio de escenario. Para los que no os acordais o no estábais cuando lo notifiqué, el Mestre cambia de lugar de trabajo. La banda sonora deja de ser "Els Pets" y pasa a ser "Estopa". El olor deja de ser Yan Pol o TonTommy's y empieza a ser Axel, o Grummel. Los alumnos dejan de ser seguidores de Prohibit als Pares para formar parte del club de fans del neng de Castefa. Adios Marc, bienvenido Johnathan. Déu, Laia. ¿passa, Saray?

Por otro lado y tal como hice el verano pasado estoy cambiando el aspecto del blog. Aunque aún no es definitivo, se parecerá bastante a lo que estáis viendo. ¡Renovarse o morir!

El Haloscan me está dando "poblemas" en el cambio y estoy pensando en dejar los "comments" del blogger. Bueno y tambien dejo el resto de detallitos para mañana, que hoy ya estoy cansado.

viernes, agosto 19, 2005

Hollywood

Prácticamente todo en Hollywood es ya arqueología. Si se quiere es una arqueología muy próxima, más decadente que vieja y más reciente que antigua. Pero arqueología. La mayoría de los cines, estudios y negocios directamente relacionados con el Hollywood de los años dorados son ahora tiendas de souvenirs, sexshops, galerías comerciales o atracciones turísticas a cuál más horrenda. Ahora las peliculas se filman en escenarios naturales y los modernos sistemas de iluminación han venido a suplir la fantástica luz natural del sur de California, donde ya se sabe que nunca llueve.

Sin embargo ¿cómo resistir la tentación de una visita estando en Los Ángeles? Vale la pena andar un poquito por el Walk of Fame para ver las estrellas que han pagado 7500 $ del bolsillo de su vanidad para estar inmortalizadas gracias al ayuntamiento, buscar la nuestra, o una de las nuestras por lo menos para fotografiarnos. Hay librerías interesantes con facsímiles de guiones y sigue en pie el famoso teatro (o cine) chino y tres o cuatro más. Conviene reservar en el (323) 956-5575 para ver los estudios Paramount que son los únicos que siguen en pie y tienen una visita interesante. Por lo menos una semana antes. No vale la pena ver los estudios Universal que son como lo que tenemos aquí en Salou.

A no ser que a uno le haga ilusión hacer uno de esos tours que van por las casas de las estrellas y demás, se puede ir en transporte público: desde el downtown en metro y desde otras partes haciendo una combinación metro/bus o bus/bus.

Hay dos arterias principales en Hollywood, que son paralelas en su parte central: el Hollywood Boulevard y el Sunset Boulevard. El Sunset Boulevard es el que está más de capa caída. A lo mejor es por eso que tiene un instituto público, de esos que Michael Moore utiliza para ejemplificar la decadencia de la política en su país. Pero a mí como Mestre me hizo ilusión verlo, además abierto y a la hora del patio: los niños salían a la calle, a diferencia de los nuestros.

Un último consejo. Al marcharse en dirección oeste, hay un centro comercial estupendo que combina lo mejor de los malls con los mercados tradicionales (especialmente mejicanos) Es una muy buena opción para comer algo diferente... Se llama Farmers Market y esta en el cruce de la tercera con Fairfax. De hecho, fue el único mercado de comida fresca que ví en todo mi viaje, lo cual ya fue de por sí una atracción.
Con tanto consejo y recomendación me ha salido un artículo muy de la Sra Francis hoy, pero que le vamos a hacer. También ella era de la época dorada de Hollywood...

jueves, agosto 18, 2005

Seguridad

Los tópicos del cine americano sobre la violencia y la seguridad tienen su razón de ser, aunque cualquier viajante que tenga las mínimas dosis de prudencia no debe sufrir ningún percance. Ejemplo: si sabes que los callejones con containers de basura y oscuros (que no son calles donde vive gente sino accesos para vehículos de mercancías y servicios) es donde se matan y atracan los de las películas y series, no te vas a meter, ¿verdad?

Algo que no se dice tanto en las guías pero que se aprende enseguida: el downtown o centro de las ciudades se vacía literalmente cuando cierran las tiendas y hay que volver a donde uno duerme ipso facto, porque el ambientillo se empieza a cargar con otros seres no tan plácidos... Si quieres salir de noche, o te buscas el hotel en una zona segura (como hicimos nosotros en nuestros días en Los Ángeles, cuando dormíamos en Santa Mónica) o te mueves en taxi de puerta a puerta.

En Las Vegas, con tanta gente, y en Santa Mónica, pese a lo que acabo de decir, vimos incidentes. El de Las Vegas estaba pasando (era un calentón de un matrimonio en el hotel) y el de Santa Mónica era un caso de violencia doméstica que había acabado con suicidio del agresor (nada exótico ni inusual, vaya).

La diferencia es quizá el tratamiento que se le da a estas cosas. Diríase que en los USA el tema de la seguridad está muy interiorizado, como si ya hubiera un procedimiento para todo y ya se naciera con esa necesidad de protección. La pelea del matrimonio en Las Vegas fue enseguida atendida con tres cuerpos de seguridad distintos: el del hotel uniformado, el del hotel sin uniformar pero con walkie-talkie y algo parecido a un sheriff (quizá lo era). En Santa Mónica ya vimos las cintas de “no cruzar” cuando llegamos y leímos después lo sucedido en la prensa local.

Hay muchas cámaras, mucha seguridad, muchas versiones del gran hermano: polícias, indicaciones de todo tipo, helicópteros, radares, etc. En algunos lugares incluso con ironía se te advierte de que sonrías para las cámaras. Parece ciertamente el de la seguridad un sector con futuro. En el mismo Santa Mónica vimos una excursión de niños de parvulario. Además de la cuerda a la que iban todos agarraditos y de sus maestras, llevaban dos seguratas a cada lado por lo que pudiera pasar.

domingo, agosto 14, 2005

El Shopping

¿Quién no es consumista en este mundo? Los Usa es el paraíso de las compras, y voy a hablar de este maravilloso mundo del shopping. La compañía aérea quiso, al perderme las maletas durante un día, que descubriese ese mundo ya desde el principio con el Macy’s de San Francisco. Ahí descubrí que mi talla era “small” para todo, y es que visitar los USA adelgaza por el método de contraste.

Lo primero: la comodidad para comprar. Si vas en coche, tienes tu aparcamiento (gratis) asegurado. La única condición es que debes usar el parking del establecimiento para entrar en ese establecimiento y no en otro. Si vas a pie porque estas en San Francisco, la policía (privada o pública, o las dos a la vez) habrá despejado convenientemente la zona de pedigüeños para la hora que abren las tiendas.

Las áreas comerciales en las afueras de las grandes ciudades son tan grandes que no se puede ver su tamaño real a no ser que se circunvalen en coche. Suelen incluir más de una gasolinera (ojo al dato: competencia feroz y real) un Wal-Mart (el carrefour local, ya hablaré de éste) y un Denny’s (buena comida rápida americana, también merece comentario aparte), amén de otros comercios varios.

La amabilidad de los dependientes es increíble (no en vano fue en este país donde se inventó la atención al cliente) y si no tienen lo que buscas o no te pueden vender lo que tu quieres en un momento determinado se desviven para ofrecerte una alternativa real y que seguramente te interesará. Si sólo quieres mirar, también puedes hacerlo, pero una simple mirada basta para que se te acerque un dependiente otra vez. Ello me provocó algún malentendido cuando miraba más de la cuenta a algún dependiente que me parecía atractivo.

Finalmente, el tópico de que todo tiene un precio se hace verdad en los USA. Se puede comprar toda la gama de productos, desde los más baratos y tirados hasta los más caros y exclusivos, y si hay algo que te gusta y parece que es decoración de la tienda, ¡no te cortes!. Si no está a la venta, pondrán un precio para ti.

miércoles, agosto 10, 2005

La tienda Apple de San Francisco

Hay muchas cosas de las que me gustan que son (más que norteamericanas) californianas. Pongo tres ejemplos nada más: los pantalones Levi’s, las películas de Hollywood (de Hollywood hablaré otro día) y los ordenadores Apple, que ahora viven un renacimiento gracias al fenómeno del iPod.

En los States no se ve otro aparato reproductor de musica persona que no sea el iPod, o sea que no voy a hacerle ya más publicidad. Voy a hablar, sin embargo de la tienda Apple de San Francisco (más tarde conocí también la de Santa Mónica, el ei). Es un ejemplo de lo bien que funcionan las tiendas en los USA (business is business) y, tratándose del mundo Mac, paradigma de la modernidad y el diseño.

La primera abierta en su género en el mundo por la proximidad de Sillicon Valley, tiene en la entrada empleados sonrientes y encantadores que te orientan hacia donde debes ir según tus necesidades, necesidades que se pueden resolver en dos plantas: La inferior está repleta de iBooks (como llaman ellos a los portátiles) conectados a internet con banda ancha y que te dicen tócame, pruébame. No hay ninguna silla y manejarlos no es ergonómicamente cómodo, no vaya a ser que no enganchemos en un chat o cualquier otro tema. También hay iPods funcionando con sus respectivos amplificadores que sirven de música ambiente.

A través de una espectacular escalera de cristal que recuerda la arquitectura de los macs más futuristas, accedemos al planta supeior con tres zonas claramente diferenciadas: el primero es el Genius Bar, que consiste en una barra como de un bar donde se puede hacer cualquier consulta a un experto (genius) mediante cita previa; también hay un aula abierta donde se ofrecen talleres y cursillos sobre las diferentes tecnologías “Made in Apple” y otra superficie comercial donde se venden artículos apple friendly y donde yo adquirí un estuche la mar de mono para mi iPod.

lunes, agosto 08, 2005

La Telebasura

Como en la comida, por televisión hay todo tipo de canales y programas. Lo más sorprendente para mi fue un programa de Telebasura llamado "Maury" (pronunciado [moori]).

Si uno piensa que en telebasura hay un límite que no se puede pasar, está equivocado. No hay fondo. Se puede descender más al infierno. Siempre se puede llegar más lejos: Si pensabas que "mi marido me pone los cuernos con mi mejor amiga" era lo peor y después te sorprendiste cuando llegó "mi marido me pone los cuernos con mi propio anciano padre" te volverás a sorprender cuando lleguen a España los temas que vi en dos ratos de "zapping":

- Mi hijo discapacitado puede no ser de mi marido/novio/pareja y éste no lo sabe:

Patrocinado por un laboratorio de análisis de DNA para confirmar o rechazar paternidades, este programa empezaba con una señora que explicaba a la audiencia que creía que su hijo no era de su marido. Después hacían pasar al marido que se enteraba en ese momento de la paternidad cuestionada y se terminaba ofreciendole la realización de los tests de paternidad por parte del patrocinador. En el siguiente programa se ofrecían los resultados y las reacciones de las partes implicadas. Muchas veces la simple cuestión de la duda forzaba el fracaso del matrimonio y a lo peor violentamente para regocijo del público.

- Mi marido me llama puta y esclava delante de mis propios hijos. Me obliga a realizar sexo oral con él y, pese a ser yo quien lleva el dinero a casa, se queda con el cheque del salario y sólo me da 5 dólares al día.

Si, es realmente patético. Increible que alguien prefiera la tele al juzgado para exponer su problema. Tras la clásica introducción por parte de la señora que llorosa explicaba su situación, aparecía, para gozo de los espectadores, el marido, que abucheado por el público, justificaba su derecho a tratar a su mujer como una esclava en que era el hombre de la casa y su casa era su castillo. Yo estoy seguro de que en España se hubiese presentado ipso facto una pareja de la Guardia Civil a detener al marido por lo que se denomina ahora "violencia de género", simple y llanamente maltrato.

¡Que fuerte, Maripuri!

domingo, agosto 07, 2005

Comidas

La sociedad americana y la nuestra no son muy diferentes en lo esencial, pero si que hay pequeños detalles que nos diferencian. Algunos de ellos parecen contradictorios y llaman la atención. El que voy a comentar hoy es el tema de la dieta.

No voy a descubrir ahora que los USA es uno de los paises con más obesos del mundo. La buena calidad y variedad de su gastronomía (no confundir con los Mc Donald’s) y una sociedad hiperconsumista conforman un cóctel perverso que se puede observar en las calles, incluso en niños. Claro que la gente de niveles sociales más elevados puede acceder a comida más sana y comprar en maravillosos hipermercados donde todo es biológico, sano y gustoso (corroboro personalmente). En otras palabras los obesos son los de clase social baja o media baja.

Dicen que muchas de las cosas que ocurren en los States ocurren después en Europa, no sé si va a pasar lo mismo con la comida. A modo de aviso. En España la mala fama en las comidas se la llevan los aceites y las grasas, y los fabricantes de comidas anuncian: “elaborado con grasa vegetal” (como si todas las grasa vegetales fueran buenas) o “100% aceite de oliva”, como si otros aceites o grasas no fueran necesarios para el cuerpo. El equilibrio en la dieta es en realidad, la fuente de la salud y el bienestar de las personas.

En los USA, los malos de la película son los carbohidratos o como llaman ellos los “carbs”. Hay anuncios asegurando que la Cocacola light con Bacardi es sana porque no tiene “carbs”, y todas las grandes cadenas de restaurantes o alimentación tienen sus secciones de comida sin “carbs”, para clientes “carbconscientes”. ¿Por qué?

Ahí ha triunfado la dieta Atkins, que proclama la posibilidad de adelgazar sin dejar de tomar carnes ni grasas, teoría que, a decir verdad, encaja bien en la manera de comer de ellos. No creo que sea lo mejor (tampoco soy un experto en la materia), pero tengo mis dudas. Un sandwich vegetal que me compré en una cafetería tenía (por la mantequilla y la mayonesa que le ponían, supongo) el “113 % de mis necesidades diarias de colesterol” según rezaba la etiqueta, pero era vendido como sano por su bajo contenido en carbs.

viernes, agosto 05, 2005

Moverse

Coger un autobús, u otro transporte público urbano, es una experiencia diferente según la ciudad donde uno se encuentre: En San Francisco, que es una ciudad de tamaño asequible y lo más parecido a una ciudad europea que he visto, es bastante normal tomar un bus, un tranvia, un metro o un cercanías, que tienen de todo.

Sin embargo, SF es una clara excepción. Coger un autobús en Los Angeles significa compartir al menos una parte del recorrido con prostitutas, mendigos o immigrantes sin papeles. No es que sea desagradable, pero es una experiencia. Los conductores son los amos y pueden denegar el acceso a quien arme jaleo o ayudarte, como nos pasó a nosotros, con el problema de las tarifas. ¡hasta hubo uno que nos regaló un dólar para que nos pudieramos beneficiar del pase diario!

Si andas por una de esas calles de Los Angeles que son en realidad carreteras que comunican los barrios entre si, te para la policia para preguntarte si estás bien, es que andar debe ser ya lo peor. De hecho suele haber problemas para que te den indicaciones para ir a pie a los sitios .

El rey del transporte está claro que es el coche, y la verdad es que cuando he conducido ha sido muy fácil y cómodo. Coches automáticos, gasolina barata, aparcamientos en todos los sitios y casi ninguno de los famosos atascos. Las señales de trafico no dan lugar a confusión (aunque hay que saber inglés para leerlas) y como no se puede correr, he encontrado que mi estilo de conducir se adaptaba perfectamente. Otra consecuencia de la limitación de velocidad es que apenas hay accidentes, en comparación con Europa.

Finalmente está el avión para las grandes distancias. El sistema está mas desarrollado que en España. De hecho tienen muy integrado en sus vidas lo de viajar en avión, y lo de las tarifas baratas ya hace tiempo que lo manejan. La seguridad está extremada, lógicamente, y hay que sacarse los zapatos al pasar por la máquina detectora de metales después de identificarse un sinfin de veces.

jueves, agosto 04, 2005

Lenguas

El castellano será sin nigún tipo de dudas una lengua oficial en California algún día. Ya es habitual en muchas partes (me atreviría a decir que se puede vivir sin saber inglés en ciertas zonas) y en la mayoría de los casos es una variante perfectamente entendible para los españoles de la península ibérica. Son los mejicanos los que hablan con acento más acusado y hemos encontrado latinos de todas partes.
El Spanglish me parece a mi un mito más que una realidad, ya que las lenguas española e inglesa son tan diferentes que no se pueden fundir. Otra cosa es que haya "contaminación" de vocabulario,en ambas direcciones. Esto es normal y entendible, formando parte del normal desarrollo de los sistemas lingüísticos. Para Spanglish, por cierto, el nuestro cuando ibamos paseando por los sitios:


-Nen, vigila ese crossing. (Conduciendo)
-Ahí hay unas falls que no hemos visto todavía.(En el parque Yosemite)
-Esta comida está claramente overpriced (acabados de apuñalar en un restaurante)


Los latinos se pueden calsificar de dos maneras: Los que quieren dejar de serlo a toda costa y los que no renuncian a sus orígenes aunque quieran ser "ciudadanos" (tener la nacionalidad). Estos te contestan en español cuando te diriges en esta lengua pero los primeros se hacen los suecos y te contestan en inglés. Además étnicamente yo no parezco latino y les confunde bastante que hable español.

Una vez oí que unas hablaban de mí pensando que yo era americano, ya tu ves.

martes, agosto 02, 2005

Fabulous Las Vegas

Todo en Las Vegas es desmesurado, dice mi amigo que es como vivir en una falla de Valencia y da una idea bastante aproximada de lo que quiero decir. Otra cara de las Vegas es el delicioso kitsch de los años 50, cuando Frank Sinatra, Sammy Davis Jr., Dean Martin y otros lo empezaron a promocionar (queda pendiente), pero hablaré ahora de la desmesura de Las Vegas de 2005.

Cuando llegas en coche te sientes paleto total: ¿qué hacer con esos mozalbetes vestidos de Tio Gilito pero con acento de cowboys que te preguntan si quieres un Valet? Un valet es un servicio de aparcacoches, divino y comodísimo, pero llegando del desierto y sin saber si tienes derecho a él (porque aún no eres cliente del hotel), si se paga o si es con propina, y si lo es, de cuanto y si te van a coger las maletas o no, la confusión es tremenda. La catarsis aumenta cuando uno de los dos (fui yo) entra a preguntar como funciona el susodicho sistema del valet: cualquier cosa que me habían contado sobre los vestíbulos de los hoteles se quedaba corta. Miles de máquinas, pasillos, dos recepciones para hospedarse más varios puntos de información para los diferentes servicios del hotel... Finalmente aprendes a moverte en el hotel que en realidad es como un barrio de la ciudad, con sus restaurantes, tiendas, galerias, teatros, atracciones diversas... Si encima en las calles estan a 40ºC y pico, ¿para qué salir?

Todo se puede hacer en los hoteles y en los coches, por suerte. También puedes ir a un hotel a comprar y te aparcan el coche con una propina.

En Las Vegas hay una arquitectura inútil (pero por eso mismo es más espectacular, por su inutilidad) que no hay en ninguna otra parte del mundo:
  • Réplicas de todos los edificios de Venecia, Roma y Paris cnvenientemente adornadas y colocadas juntas para no distraerse de las compras ni el juego (en los hoteles Venetian, Caesar's Palace y Paris Vegas, respectivamente)
  • Un hotel con una montaña rusa alrededor (el Sahara),
  • Otros dos por los menos con espectaculos cara a la calle: El Treasure's Island con un musical de Piratas y el Bellaggio con un espectáculo de fuentes,
  • Un hotel con leones dentro: como no, el de la Metro.
    Y aún me dejo muchas cosas...


Todo esto a tamaño Las Vegas: un tamaño que sale fuera de cualquier sistema métrico, inconmensurable.


Tiendas insólitas como el museo del Coca Cola o el de Elvis Presley, una boutique de recuerdos de Céline Dion (como si ya hubiera muerto, la pobre). Este verano han actuado o actuarán Elton John, Eminem, El cirque du Soleil con tres espectáculos diferentes, la propia Céline Dion, Liza Minelli, los B-52's, Barry Manilow.... la lista es interminable. Y luego están los imitadores o "impersonators" que llaman ellos, con actuaciones tan imposibles como Frank Sinatra con Barbara Streisand o Elvis Presley junto a Michael Jackson. Lo que nunca pudo ser, aquí es posible. Los impersonators no son como los imitadores de España que hacen parodias. Estos más bien hacen homenajes a los artistas. Para entendernos: Michael Jackson y Elvis están como en sus mejores tiempos, eternizados para siempre en su momento álgido .


Aquí hay trabajo para todo tipo de artistas, desde escultores hasta hipnotizadores o magos. Y no hay sitio para cenar que no sea superespecial: o se canta con los camareros, o se comen cosas insólitas o se está situado en una torre altísima donde se puede ver todo el desierto. La mayoría de los comercios abren las 24 horas y por supuesto todos los hoteles y casinos, que son lo mismo. Todo se puede comprar, incluso un trozo del atrezzo de la ciudad, por dificil que parezca.


El resultado global es diverso: el tipo de diversión es del género descafeinado, light, "para todos los públicos" y a mí no me acaba de convencer. Claro que yo soy el raro aquí. Millones de americanos pasan aquí el fin de semana de su vida, y me emocioné al darme cuenta de esto. Soy afortunado de poder verlo con otros ojos (o no).


Incluso tuvimos un momento cutre-gore en una de las atracciones del hotel donde nos hospedábamos. Construido en 1999, es el último levantado en el "Stripe" o mogollón de la arteria central. Tiene la torre más alta (400m) de Las Vegas: es el "Top of the World", todo se adjetiva en "fabulous Las Vegas", a la cual se puede subir. Hasta aquí todo normal, con unas vistas estupendas.


Pero nada puede ser normal en Las Vegas.


En la cumbre de la torre hay cuatro atracciones: una montaña rusa, otra tipo Tio Vivo y dos de emociones fuertes, con subidas y bajadas no aptas para cardíacos y que estan orientadas hacia el vacio de lo alto de la Torre. Pues bien, en una de estas atracciones que era como un vagón sobre un rail inclinado sobre el vacío que se paraba abruptamente antes de caer, una señora bien gruesa (tamaño XXXL) y mal aconsejada se montó, y en la segunda embestida al vacío comenzó a arrojar y el vómito caía sobre el techo acristalado del mirador que había justo debajo, donde nos encontrábamos. La visión era espeluznante, creo que esta señora se merecía por lo menos vomitar en privado. Pero no sólo todo el mundo la estaba viendo sino que otros turistas empezaron a reirse cruelmente de la situación y aprovecharon para fotografiarla. Nos dió un mal rollo que nos duró un buen rato. ¡Pobre señora!


Por otro lado os podéis preguntar qué se me había perdido en este pueblo. Yo me lo pregunto aún. He de reconocer que vivir en un mundo donde todo es falso, pero casi perfecto tiene su puntillo:
los canales de Venecia limpios,
todas las comidas memorables,
todas las compras irrepetibles
los cielos artificiales de las galerias con la proporción exacta de nubes para ser bonitos...


Pero es agotador.